Mensaje
Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos
Noviembre
13, 2014
“Vuestra
Madre Amantísima os ama y os dice que en cada milagro que vosotros recibís en
este lugar está el Sagrado Corazón de vuestro Amado Jesús.
“Estáis
viviendo días muy importantes. Cada
uno de vosotros debéis dar gracias todos los días a vuestro Padre Celestial.
Él os envía a vuestra Madre Amantísima para que toque vuestros
corazones en este pequeño lugar, y en todos los lugares donde vuestra Madre
Amantísima aparece. Ella viene a
este mundo convulso que está lleno de maldad, de crímenes, y de persecución a
los que aman a vuestro Padre Celestial. Vuestra
Madre Amantísima viene a juntar el rebaño que está disperso, aquellos hijos
que Dios Le entregó en la Cruz. Él
Le dijo, ‘Madre, he ahí a vuestro hijo, hijo he ahí a vuestra Madre.’
Os dio a vuestra Madre Amantísima como Madre a todos los seres humanos.
“Vuestra
Madre Amantísima aparece en muchas partes del mundo para traerles la bendición
de vuestro Padre Celestial, y para guiarlos a cada uno de vosotros al Camino que
Él os dejó. ¿Cuál es ese Camino?
Es la Iglesia. El Sagrado
Corazón de Jesús los conduce a la Iglesia, que es la novia que espera con
paciencia para que el hombre se reconcilie con Dios y con vuestra Madre Amantísima.
“Aquel
que vuestro Padre Celestial escoge para que os Lo siga y predique la Palabra a
través de la Señora Bonita, como los pequeños Le dicen en este lugar, sufre
mucho. Este Camino es de amor, pero
también de mucho dolor por todas las personas que vienen a este lugar sin
esperanza y sin fe. Muchos no creen
que vuestro Padre Celestial pueda hacer el milagro de que vuestra Madre Amantísima
os aparezca en espíritu y verdad para que por medio de Ella cada uno de
vosotros tengáis un encuentro con el Bien Amado Jesús.
“El
Bien Amado Jesús os dice que en estos momentos la pequeña está sufriendo la
persecución más grande que un ser humano pueda sufrir.
La familia de la pequeña no se encuentra en este lugar.
Todos la han abandonado, y ella sufre mucho.
Pero la sostiene la fe que hay en su corazón, y su amor para vuestra
Madre Amantísima. La pequeña
recibe a vuestra Madre en su corazón con todo el amor infinito de un niño para
su Madre Amantísima.
“Muchos
acontecimientos están ocurriendo en el mundo que vuestra Madre os ha venido
anunciando. Y muchas otras cosas más
pasarán, porque el hombre está ‘encaprichado,’ como vosotros decís comúnmente,
con destruyendo las imágenes de Jesús y vuestra Madre Amantísima en todo el
mundo. Hay muchas maldades en el
mundo. ¿Cuántos niños han sido
asesinados en los desiertos, o cuando van de país en país para llegar a un
lugar de esperanza, de amor, donde les den alimento que no tienen en sus propios
países? Vuestra Madre os pregunta
sobre esos niños que salen huyendo de sus países atravesando desiertos
peligrosos, donde hay abusos sexuales, hambre y crímenes.
¿Dónde están los corazones de estas madres que permiten que sus hijos
salen de sus lados para buscar futuros que no son capaces de darles en sus
propios países?
“En
este país, aquí mismo, muchos pierden la fe cuando carecen de alimentos, lo
que ellos creen es lo más importante. Pero
lo más importante que debe ser para el ser humano es Dios.
Todos los seres humanos deben orar y pedir a Dios eso que vosotros tanto
necesitáis, vuestro pan de cada día. Pero
también debéis saber cómo compartirlo.
“Vuestra
Madre Amantísima os dice que seguirá apareciendo mientras que vosotros
permitid que en este lugar vuestra Madre Amantísima se regocije a través de
vuestros corazones. Vosotros sois
los que tenéis que decidir si queréis que vuestra Madre os continuar a
aparecer aquí, o si Ella no debéis venir a este lugar más porque vosotros dejéis
de atender a Su llamada. Vuestra
Madre no os obliga a que vengan, pero vuestra Madre os dice que tiene la
esperanza de que vuestra fe sea la que La siga trayendo a este lugar, a esta
humilde criatura que nunca pensó que Dios la pudiera escoger para esta misión.
Su misión está llena de sufrimiento por haber sido abandonado por
aquellos que deberían amarla lo más. Oren
por la pequeña criatura para que ella puede continuar para darle las
bendiciones que vuestra Madre trae en la unción Divina, y para que los
sacerdotes que están hoy aquí continuarán traeros la Palabra de Dios, que es
la que alimenta vuestros almas y corazones.
“Hoy,
vuestra Madre Amantísima deja en vuestros corazones la pregunta de si desea que
este lugar para continuar, o si este lugar debe sea ‘finito,’ como se dice
en Italiano. La pequeña sufre, pero
su corazón está lleno de amor para aquellas criaturas que llegan a este lugar.
“La
pequeña os va a bendecir, y a través de la unción Divina recibirán la sanación
en vuestras almas, en vuestros corazones, y para muchos, en vuestros cuerpos.
Vuestra Madre Amantísima os tocará con sus manos [las de Rosa], que son
las manos del Espíritu Santo, Que viene a ella para que vosotros recibáis
sanación.
“Vuestra
Madre Amantísima os dice a los pastores que vienen a ofrecer la Misa en este
lugar que vuestra Madre tiene paciencia con ellos y ellos van entender lo que
vuestra Madre os dice. Ellos son los
hijos que el Bien Amado Jesús envío por medio de vuestra Madre Amantísima a
este mundo que está lleno de discordia, de odio de falta de amor, y de falta de
muchas cosas que los hombres de hoy han perdido.
“Vuestra
Madre Amantísima viene a todas partes para buscar para los corazones de Sus
hijos, aquellos hijos que Le dio el Bien Amado Jesús para que los convierta y
vuelvan de nuevo al templo, donde se crucifica el Bien Amado Jesús todos los días
en la Eucaristía. Seguid orando,
seguid recibiendo la Sagrada Eucaristía. Cada
vez que vosotros recibid la Sagrada Eucaristía, sus cuerpos son sanados de
enfermedades y de todo lo que tenéis en vuestros corazones.
“Os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amen.”
Noviembre
8, 2014
Vigilia
“Mis pequeñas criaturas, muchos acontecimientos vienen al mundo porque
muchos hombres de hoy no oran, y aquellos que oran, se cansan muy pronto de
hacerlo.
“Orad por el mundo. Orad
para que los Estados Unidos no tiene que intervenir en una guerra.
“Vuestra Madre Amantísima en estos tiempos siempre os dice, ‘Pequeños,
orad y guardad alimentos. Vosotros
no sabéis en que momento pueda suceder alguna catástrofe y debéis estar
atentos a las noticias y estar preparados. El
Medio Oriente está lleno de odio en contra de los Estados Unidos y en contra de
América Latina. Pueden entrar [este
país] por América Latina. Debéis
estar preparados, pero también debéis estar en oración para que eso no ocurra.’
“El Bien Amado Jesús os envía a vuestra Madre a la tierra para buscar
al rebaño que está perdido, el rebaño que está alejado de la Iglesia, y
vuestra Madre Amantísima los recoje y los lleva de regreso a la Iglesia.
Vuestra Madre os recoje en todas partes donde hay una aparición Mariana
y ahí, Ella os enseña que regresen a la Iglesia, a la Confesión, y a la
Eucaristía. Debéis enseñar a
vuestros hijos amar al Bien Amado Jesús y a vuestra Madre Amantísima.
“Vuestra Madre Amantísima espera para hablar y agradece a los
sacerdotes que vienen a este lugar para la Gloria del Bien Amado Jesús.
Ella llena sus corazones de amor para poder dar la Palabra de Dios a esta
tribu que estaba dispersa. El Bien
Amado os dejó un solo Camino, que es la Iglesia.
“No creáis que porque los siervos del Señor están en este lugar
vuestra Madre ya no va a venir. Vuestra
Madre siempre viene a este lugar a interceder por cada una de vuestras
necesidades, y por Mi pequeña criatura que dijo sí y dejó todo lo que tenía
para servir al Señor por medio de vuestra Madre Amantísima.
Orad, y recibiréis.
“Os amos y os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amen.”
Noviembre
23, 2014
“Mi pequeña, abres las Sagradas Escrituras y leed de la Primera
Carta de San Pedro, Capitulo 1, Versículos 3-9:
‘Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su
grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección
de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada
para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis,
aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos
en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa
que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin
haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con
gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación
de vuestras almas.’ Amen.”
Noviembre
29, 2014
“Mi pequeña, abre las
Sagradas Escrituras y lee de la Epístola
del San Pablo a Los Colosenses, Capitulo 2, Versículos 16-23:
‘Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días
de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de
lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de
vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en
lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose
de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por
las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis
muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si
vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni
gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres),
cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta
reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del
cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.’
“Pasa al Capítulo
3, Versículos 1-4:
‘Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de
arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste,
entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.’
Amen.”