Mensaje
Mensual de Nuestra Madre
Amantísima para todos sus Hijos
Septiembre
13, 2012
“Mis
pequeñas criaturas, vuestra Madre Amantísima sufrió los dolores del Bien
Amado. Recordad el dolor que Jesús
sufrió en el Vía Crucis, en el Huerto, en la Coronación de Espinas, y en Su
Crucifixión. Cuando oran a vuestra
Madre cada uno se preguntan muchas veces, ‘¿Porque yo no veo a vuestra Madre?
¿Porque Jesús no me habla? ¿Porque
no puedo ser un profeta del Bien Amado?’ Yo
os digo, para caminar con Jesús hay que sufrir mucho.
Él toma vuestro cuerpo, vuestros pies para caminar, vuestra mente para
que solamente os sirváis a Él; tenéis que calzaros las Sandalias de Jesús.
Él envía a vuestra Madre para llevar bendiciones a cada hogar donde
haya una familia, en cada lugar donde haya un enfermo.
Él busca lugares para dar Sus Mensajes y dar Su sanación a través de
las Manos de vuestra Madre Amantísima. Si
vosotros pensáis en querer seguir a Jesús, tenéis que hacer muchas cosas,
muchas obras dignas, de aquel Sagrado Corazón que dio la vida por cada uno de
vosotros en una Cruz, clavado de pies y manos.
¿Vosotros
queréis espiritualmente recibid esos dolores que los incapacitan para toda la
vida y que a veces no los deja levantarse del lecho donde vosotros reposáis?
No dormís, porque Jesús os da Mensajes día y noche, y cada uno de
vosotros no podéis escribirlo porque no se encuentran a lado ni en la piel de
aquel que Él escoge. ¿Estáis
dispuestos vosotros a sufrir las vejaciones de aquellos que caminan en ese
tormentoso, pero divino camino con el Cuerpo de Jesús y con María?
¿Vosotros estáis dispuestos a renunciar a todo lo que os ata a la vida
y al mundo para seguir a Jesús y sufrir en vuestras carnes el sufrimiento de
Jesús en la Cruz – los escupes que le daban a Jesús en el Rostro, los
latigazos que reciben espiritualmente cada uno de aquellos que Dios escoge para
caminar con Él?
Vosotros
normalmente ponéis vuestros corazones y vuestras mentes en lo que cada uno de
vosotros queréis hacer, pero podéis vosotros dejar atrás sus labores, su
compañero de vida, que puede estar con vosotros como esposo, pero no como
marido. ¿Vosotros podéis hacerlo?
¿Podéis responded con verdadera fe y amor en vuestros corazones?
¿Seréis capaces de dejar todo para seguir y calzarse las Sandalias de
Jesús? Busquen en sus corazones y
vean todo lo que sienten en el, y respondan mentalmente si cada uno de vosotros
podéis ser capaz de sacrificarlo todo como sacrificó Jesús y como sacrificó
María. Tuvo que sufrir vuestra
Madre Amantísima los dolores del Bien Amado.
Responded uno solo aunque sea, si son capaces de sacrificarlo todo por
llevar acabo una obra, por visitar a los enfermos, ir a todas partes donde os
llamen a donde los enfermos, cojos, mancos.
Yo sé que no, Mis amores, y no os juzgo sino os amo.
Todo aquel que deje todo lo que tiene por seguir al Bien Amado será
recompensado en el Cielo, no en la tierra.
En
la tierra seguirán sufriendo las humillaciones y las bofetadas espirituales que
da cada uno de los seres humanos que no cree en las apariciones del Bien Amado y
de vuestra Señora Bonita, como la llama la pequeña.
Es muy lindo el nombre que le puso Mi pequeña a vuestra Madre.
Vosotros
no sabéis lo que vuestra Madre sufrió por el Bien Amado, a verlo cayéndose y
levantándose con la Cruz a cuestas y ser crucificado por cada uno de los
pecados de cada ser humando que vive en este mundo y que caminan casi siempre
sin rumbo y sin dirección. El que
escoge y dice el sí de María y el sí de Jesús son bienaventurados, porque
llevan el amor de vuestra Madre y vuestro Padre en su corazón y se los da a
cada uno de Sus hijos. Estos son los
hijos que vuestro Padre entregó a la pequeña criatura para conducir a Su rebaño
al Camino que el Bien Amado os dejó.
Enderezad
el Camino; pueden ser profetas en el sentido de llevar la Palabra donde quiera
que vayan. Si ves que ofenden a
vuestra Madre Amantísima, tenéis que ser capaces de decir que por la
intersección de vuestra Madre, Jesús hizo el primer milagro.
Por eso es la Madre de todos vosotros, y cada uno de vosotros tenéis que
llevarla en vuestros corazones, en vuestras almas, en vuestras mentes.
Aquellos que ofenden a vuestra Madre Amantísima no son capaz de amar a
Jesús. Jesús no será capaz de
recibiros en la Gloria, donde cada uno de vosotros deberéis un día estar.
Vivís en un mundo corrupto lleno de ambición, lleno de crímenes, de
drogas, de maldad, donde ni siquiera reconocen el templo donde se sacrifica
todos los días el Bien Amado en la Sagrada Eucaristía.
Os
digo, pequeños Míos, grandes acontecimientos vendrán para la humanidad, y
vosotros seréis probados en vuestra fe. Aquellos
que van al templo donde se sacrifica el Bien Amado y son capaz de tomar Su
Cuerpo en vuestras manos que vienen del mundo no son capaz de amarlo como Él os
ama. Cada uno recibirá lo que cada
uno siembre.
El
agua de la fuente está bendecida y muchos hoy serán sanados.
Os digo, vuestra Madre multiplicará sus apariciones en todo el mundo
para salvar el pueblo de Jesús. Aquellos
que quieran salvarse deber proclamen la fe y el amor.
Recordad siempre que el Rosario más grande que cada ser humano puede
hacer a vuestra Madre y a Jesús es la caridad.
Aquel que no tiene caridad y botan alimentos, sabiendo que hay tantos que
lo necesitan, no aman a ese Rosario que están haciendo.
El verdadero Rosario es el amor con todos y cada uno de los semejantes
que habitan en la tierra de cualquier clase sin distinción.
No boten los alimentos. Llevadlo
a los necesitados, que son muchos, a los debajo de los puentes, a hogares donde
hay niños que se mueren de hambre porque sus madres no tienen ni leche que
darles.
Os
bendigo a cada uno en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amen.”
El
Mensaje de Septiembre 13, 2012 Continua
“Mi
pequeña, pasa a San
Juan, Capitulo 13, Versículos 1-20:
‘Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasase de este mundo al
Padre, como había amado á los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el
fin. Y la cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas,
hijo de Simón Iscariote, que le entregase, Sabiendo Jesús que el Padre le había
dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y á Dios iba,
Levántase de la cena, y quítase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. Luego
puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies de los discípulos, y á
limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino á Simón Pedro;
y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? Respondió Jesús, y díjole:
Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después. Dícele
Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no
tendrás parte conmigo. Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun
las manos y la cabeza. Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que
lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no
todos. Porque sabía quién le había de entregar; por eso dijo: No estáis
limpios todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa,
volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque lo soy. Pues si
yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavar los pies los unos á los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como
yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El
siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió.
Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis. No hablo de
todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura:
El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Desde ahora os lo
digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que yo soy. De
cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, á mí recibe; y el
que á mí recibe, recibe al que me envió.’ ”
Tenéis
que orar por este país. Jesús dice
que Él no intercede en vuestras decisiones y debéis vosotros orad para que el
que sea elegido presidente sea el mejor. Él
que ahora está presidente es un joven, lleno de energía, pero no sabe gobernar
por su juventud y su inexperiencia. También,
Él tuvo una juventud anti-democrática. Jesús
dice que el presidente que sea electo debe ser un presidente que sea justo.
Jesús
no va a bajar con la Cruz a Cuestas para que hoy lo vuelvan a crucificar.
Los pueblos escogen a sus gobernantes.
Los hombres del mundo que Dios creo son los responsables de tener a los
gobernantes que eligen. Después que
sale un presidente no les deben de desear mal, porque son seres humanos igual
que todos, y que cometen errores. Lo
que debéis de hacer es saber escoger el mejor.
Traten de escoger el mejor que tenga un historial bueno, no inventado por
los de su partido, sino que sea verdadero.
Siempre
debéis de orar por este país que abre las puertas muchas veces a los que
vienen buscando libertad. Ahora, está
en peligro esa libertad, porque el anti-cristianismo está gobernando a muchos
países y quieren un gobierno universal donde todos seréis esclavos.
El comunista no comparte nada con el pueblo; sino es solo para él, y
esconden los fondos en otros países y los pobres no tienen nada.
Fíjense en el país de Cuba, que tiene muchísimos años bajo la bota
del comunismo. Tiene a su gente
pidiendo limosna, viviendo del robo, viviendo de todo lo que puedan inventar
para poderse llevar un pedazo de pan a la boca.
Fíjense en Venezuela, un país rico, millonario y precioso; que también
tiene un gobernante que también solo vive para él y para su tribu, no para su
pueblo. Debéis de fijarnos en todo
eso. Entonces fíjense en Libia,
como mataron a un hombre que ayudo a ese país a combatir el terrorismo que
tiene al Qaeda en ese lugar. Entonces,
tenéis que mirar bien a quien escogéis como vuestro gobernante y no que busquéis
el perfecto, ya que la perfección no existe, dice Jesús.
María
no va a bajar con un Rosario en la Mano para guiar un ejército, ni Jesús con
la Cruz para que lo vuelvan a crucificar. Son
los pueblos que eligen a sus gobernantes, y son los pueblos que los deben sacar
cuando no conviene.
Dice
Jesús, ‘Hoy os envió a vuestra Madre Amantísima a todas partes del mundo,
esperando que el hombre siga el Camino que Ella os trae para conducir este rebaño
que está disperso. El mundo no se
va acabar, pero si se va acabar la era.’
Dice
Jesús que vosotros los hombres son los culpables de lo que está pasando hoy en
el mundo. Como dice la pequeña, el
hombre acaba con la naturaleza que os di para que el hombre viviera.
Acaban con las criaturas que tienen en el vientre.
Los jóvenes matan a sus padres por estar envueltos en el alcohol y las
drogas. Las drogas de hoy son unas
drogas que hacen que los jóvenes se conviertan en animales y se quieran comer a
las personas que matan. Eso no lo
hizo Dios; eso lo hace el maligno. El
maligno se desenvuelve donde está la envidia, donde está la maldad, donde está
la sociedad corrupta, donde hoy, el hombre quiere ser mujer, y la mujer quiere
ser hombre. Dios hizo a la pareja
hombre y mujer para procrear y poblar el mundo.
El hombre ha traicionado los Mandamientos Divinos.
El hombre no debe tener relaciones con otro hombre.
Ese hombre al hacer eso estaría destruyendo su propia naturaleza ante
Dios, y engendrando la malignidad en su cuerpo al ser promiscuo con otro hombre
igual que él. El legalizar esas
uniones es un pecado mortal. Si no
hay procreación, se acaba el mundo, porque no habrá más generaciones.
Vosotros tenéis que procurar que no se den esas leyes de uniones de
personas del mismo sexo. ¿Que pasa
con las personas que viven así y después dejan que adopten a niños?
¿Que pasa con esos niños? Se
confunden y se crían igual que ellos, ya que los niños viven los ejemplos que
ven en casa. No se debe legalizar
estas uniones. Maldito será aquel
que tenga relaciones sexuales con una persona del mismo sexo; nunca recibirá el
Reino de Dios.
Eso
es que pasó en Sodoma y Gomorra, y la maldición cayó en muchas partes del
mundo. En Sodoma y Gomorra, en una
fiesta que hicieron para celebrar unos matrimonios que estaban ahí con todos
los vecinos, empezaron a beber y a bailar hombres con hombres y mujeres con
mujeres y ahí empezó todo ese mal que hoy abunda en todas partes.
En aquel tiempo, Dios maldijo aquella generación.
El que cayó en esa maldición no tiene culpa, pero él que se hace es
culpable, y es por eso que no deben de pasar esas leyes apostatas.
En este país, han pasado muchos de esas leyes de uniones del mismo sexo.
Cada país que engendre esa forma de vivir no tendrá progreso.
Todo
lo que vuestra Madre Amantísima os ha dicho se está cumpliendo.
Hay una recesión no declarada en el mundo, en este país y en muchas
partes de Europa. Hay una recesión
ahora, pero no tan grande como la que habrá si vuelven hacer una mala elección
al escoger su gobernante. No les
estoy diciendo por quien deben votar, solo que busquen la historia de cada
persona y juzguen vosotros por su propia cuenta.
Dios no los obliga que voten por uno o por otro, pero le señala el
Camino. Este presidente es muy joven
y hubiera deseado que hiciera bien, pero no lo ha hecho.
No podéis seguir vosotros admitiendo que gobernantes inescrupulosos os
conduzcan en un camino equivocado. Aquellos
que apoyan el aborto y las uniones del mismo sexo están acabando con la creación
y están condenados. Aquellos que
apoyan las drogas y el alcohol con los jóvenes que están matando a sus padres
y a los ancianos para que le den para la drogan, están condenados.
Vosotros
tenéis que procurar caminar por el único Camino que os dejó Jesús.
El lado izquierdo simboliza la maldad, y el lado derecho usualmente es
por la justicia. Si tienen una cruz
que tiene la imagen del Cuerpo de Jesús con el Pie izquierdo encima del derecho,
deben enviarlo arreglar ya que está mal hecho.
No
podéis convertiros en pregoneros de un Rosario sin entender lo que significa
cada Misterio. Para orar el Rosario
se debe hacer con verdadera sabiduría porque cada Misterio del Rosario tiene un
significado, y si no lo saben hacer, no le sirve de nada.
Dice Jesús que el Rosario se debe orar en familia.
Si
no pueden hacer el Rosario completo, pueden hacer el Ángelus de María.
El Ángelus es el sí de María. También
pueden hablar con Jesús a solas en sus habitaciones.
No necesitan tocar puertas, porque él que toca la puerta de vuestros
corazones es Jesús; ahí está Él. Cuando
se está manejado o cocinando, escojan un momento para que mentalmente podáis
orar. Jesús escucha la intercesión
de vuestra Madre, la Virgen María, y Él os concederá muchos milagros.
Si se hace el Rosario en grupo, que no se convierta en grupo de chismes.
La persona que dirige el Rosario debe explicar y meditar en cada Misterio.
Cada Misterio tiene un Mensaje para todos.
Dice
Jesús para terminar, ‘Recordáis que en el Mensaje anterior os dije que pasarían
grandes acontecimientos en el mundo.’ Han
ocurrido, pero van a ocurrir más. Preparaos;
tened tres velas bendecidas, y orad. Jesús
os va a encontrar en lo que estáis acostumbrados hacer.
Os
digo hoy que muchas más cosas van a pasar que viene, no solo una recesión,
pero una depresión, y no va haber que comer.
Por eso debéis guardar alimentos que no se dañen por un año.
Si no se cumple lo que va a suceder, pueden entregar la comida a personas
que lo necesiten, y volver a guardar la misma cantidad por otro año.
No
sabéis cuando se unirán las colinas en Roma, pero será el momento que se unirán
las siete iglesias, y también será el momento en que Jesús vendrá hacer
Justicia a la tierra. Recuerden que
no os va avisar y os encontrará en lo que estéis haciendo.
No creáis sobre los fetichismos; muchos están siendo engañados y están
matando la fe de los hombres. Id a
los templos a recibir la Sagrada Eucaristía.
Orad
por los sacerdotes es muy importante. Los
sacerdotes son hombres como cualquier otro, pero dan su vida al servicio de Dios.
Hoy, muchas mujeres van a los templos sin cubrirse como deben de cubrirse.
Para recibir la Sagrada Eucaristía, deben respetar a los sacerdotes y a
ese lugar Santo.
Orad
por la Iglesia Santa Católica, Apostólica y Romana para que no cambie ni una
tilda de lo que está escrito. Orad
por la paz en el mundo entero, porque no haya más sacrificios de animales que
no son para comer, sino para servir a la humanidad.
Orad porque no haya más sacrificios de niños en el vientre de las
madres. Orad por la paz en Israel.
El día en que se toque a Israel, será el día en que Jesús vendrá y
se unirán las siete colinas de Roma.
Que
Dios los bendiga a todos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amen.”
Septiembre
23, 2012
“Abre
las Sagradas Escrituras al Secundo
Carta de Pedro, Capitulo 3, Versículos 1-14:
‘Carisimos, yo os escribo ahora esta
segunda carta, por las cuales ambas despierto con exhortación vuestro limpio
entendimiento; Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido
dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles
del Señor y Salvador: Sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán
burladores, andando según sus propias concupiscencias, Y diciendo: ¿Dónde está
la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron,
todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Cierto
ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron en el tiempo antiguo, y la
tierra que por agua y en agua está asentada, por la palabra de Dios; Por lo
cual el mundo de entonces pereció anegado en agua: Mas los cielos que son ahora,
y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el
día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no
ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil
años como un día. El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por
tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Mas el día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella están serán quemadas. Pues como todas estas cosas han de ser
deshechas, ¿qué tales conviene que vosotros seáis en santas y pías
conversaciones, Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en
el cual los cielos siendo encendidos serán deshechos, y los elementos siendo
abrasados, se fundirán? Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según
sus promesas, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en
esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin
mácula, y sin reprensión, en paz.’
Pasa al Versículo
18: ‘Mas
creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él
sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.’ ”