Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Septiembre 13, 2010

“Mis pequeñas criaturas, bendito sea el Padre Celestial que hace posible que vuestra Madre Amantísima pueda en este día poder traeros el mensaje que vuestro Padre Celestial comunica a todos vosotros a través de vuestra Madre.  Os asombráis y no sabéis exactamente todo lo que significa todas las oraciones del Rosario que vuestra Madre os dejó para que vosotros meditéis y caminéis cada uno de la Mano de Jesús en esos Misterios cuando Él fue torturado, sacrificado, flagelado, coronada Su frente por todos los pecados de todos los que caminan en este mundo llenos de maldades. 

“Los Misterios de vuestra Madre Amantísima están coordinados unos con otros para que vosotros vayáis sufriendo con Él a través de cada Misterio, su vida, su bienaventuranza, sus dolores y su pasión.  Por eso, cada uno que recita el Rosario, tenéis que orarlo meditando cada uno de esos Misterios caminando con Él.  Si está alegre en la Resurrección, estad alegres con Él, si es torturado, flagelado, sufrid con Él, pensando cada uno de vosotros que está ahí presente a vuestro lado sufriendo los martirios que el Bien Amado sufrió por vosotros.

“Perdonad a la pequeña criatura.  Vosotros sabéis lo delicadas que están sus piernas para caminar con Jesús y cargar la Cruz.  Ella aceptó y dijo si a ayudar al Bien Amado a cargar esa Cruz pesada de todos los dolores, abandono, enfermedades y cada una de las flagelaciones del Bien Amado. 

“Vuestra Madre tiene que aparecer en todas partes para llamar a sus hijos al Camino de Jesús.  Ese Camino que Él os dejó para que cada uno de vosotros inclinarais vuestros hombros imaginariamente como si tuvierais que cargar la Cruz que también por vosotros Él cargó. 

“Mucho dolor, mucho sufrimiento hay en estos momentos en la humanidad por tantos acontecimientos que vuestra Madre ha ido reenumerando cada día en todas partes donde Ella aparece por el milagro del amor del Bien Amado, para  traeros siempre los acontecimientos que ocurrirán en el mundo. 

“El mundo no se acaba, pequeños Míos.  Se acaba la generación apóstata, inconversa y renegada.  Es esa la generación que se acaba, no se acaba el mundo.  Cuando escuchéis vosotros que el mundo se va a  acabar, cerrad vuestros oídos.  Son murmuraciones de criaturas que quieren atormentar al hombre con el temor de lo que vendrá.  Nadie sabe cuando va a venir, nadie sabe.  Ni siquiera los Ángeles, dice el Padre Celestial, sabrán cuando llegue el momento de que Jesús regrese de nuevo a la tierra y sonará la trompeta de amor o castigo para aquellos que han cometido tantos errores y tantos crímenes en contra de esa humanidad pobre, desposeída, deshumanizada de los que nadie hoy se ocupa. 

“Acontecimientos grandes seguirán ocurriendo hasta que el hombre vuelva los ojos a Dios y pida perdón.  Recordad que Jesús, el Bien Amado, murió para resucitar al tercer día.  Esa muerte del Bien Amado fue para lavar con Su Sangre todos vuestros errores, todos los pecados que cada uno de vosotros cometéis cada día.  No se peca solamente con ser un asesino, sino también cuando mientes, cuando calumnias, cuando agredís a un inocente, cuando ves cometer un crimen y te lo callas, cuando ofendes a la Iglesia.  La Iglesia que sois todos vosotros cuando sois bautizados, sois iglesias errantes que vais caminando y que tenéis cada uno la obligación de evangelizar y convertiros en verdaderas iglesias por aquellos que no acuden a Ella.  Compartir con cada ser humano las bondades, las maravillas que están escritas en las Sagradas Escrituras. 

“Recordad que los apóstoles fueron preparados por Jesús para que fuesen por el mundo imponiendo las manos, haciendo sanaciones, y haciendo iglesias.  Vosotros no sabéis que quiere decir, ‘Hacer iglesias.’  Hacer iglesia es bautizar.  Cada vez que un niño, un joven, se bautiza, se convierte en iglesia porque lleva dentro de su corazón al Espíritu Divino de Dios, que fue injerto a través del bautismo por el sacerdote, por el Padre Celestial. 

“Recordad siempre que hoy los sacerdotes, los pastores que el Bien Amado os dejó, en vez mandan emisarios, no como cuando Jesús envió a Sus apóstoles a evangelizar, a bautizar, a sanar.  Ellos cumplieron con aquel mandamiento que Dios, a través de Jesús, les había dejado.  Hoy, el hombre tiene que hacer lo mismo.  Los sacerdotes son los evangelizadores que Jesús dejó.  El sacerdote debe de ir a los hogares, pero hoy no van, en desobediencia, no van, pero envían emisarios.  Hoy, los enfermos casi nunca tienen a un amigo o un sacerdote bendecido por Dios, que son los pastores que el Bien Amado os dejó.  Él no les llama sacerdotes, les llama los pastores que os dejé para guiar el rebaño.  Se sientan en el atrio de su Iglesia, de su santuario, de su lugar de oración, y envían solo a emisarios que van a ver a los enfermos; ellos no van.  Llora Jesús en la Cruz cuando un enfermo muere y no tuvo un sacerdote que le diera la Extrema Unción.  Llora Jesús en la Cruz cuando una mujer lleva y saca de su cartera llena de cosas que nada tiene que ver con la Sagrada Eucaristía y se la da a un moribundo en la boca. 

“Hijos Míos, son los sacerdotes, aquellos que el Bien Amado os dejó para que dar la Sagrada Eucaristía y la Extremaunción, y para que en el santuario donde está expuesto el Crucificado, el Bien Amado sea dada la Sagrada Comunión en un acto verdaderamente lleno de reverencia y de respeto.  Cada vez que vosotros abrís vuestras manos para que el pastor os de la Eucaristía en vuestras manos, pecáis, y hacéis pecar al pastor que os deje para guiar el rebaño, y pecan doblemente. 

“Jesús no os dio la Comunión en la boca porque no había muerto, todavía no era Espíritu.  El Espíritu de Dios caminaba con Él porque Él era el mismo Dios.   

“Llegará un momento donde cada uno de vosotros en carrera interminable, acudiréis a los templos a orar al Padre Celestial para que devuelva a la humanidad la fe perdida.  Cada uno de vosotros, debéis abrid vuestros corazones donde Él toca, dejadlo entrar y escuchareis verdaderamente en vuestra mente la Voz del Señor que os preguntará, ‘¿Que habéis hecho con todo lo que os di? Dónde están las caridades que vosotros habéis tenido que hacer?  Dónde está la fe?’

“El Rosario de vuestra Madre es para unir a las familias.  En un momento determinado, juntos debéis dedicar un tiempo a la familia y orarlo juntos, para así juntos caminar con Él.  Pero hoy, no lo hacen.  Todo el mundo se olvida.  Vuestra Madre, enviada por vuestro Padre Celestial, no os abandonará nunca a todo el que tiene fe y cree, porque la fe es la que salva al hombre de caer en la promiscuidad, en el crimen, en la mentira, en el adulterio, en el abandono de hogar de hijos.

“Recordad que si cometéis un pecado, pero os arrepentís verdaderamente y os confesáis ante el pastor que os dejé, vuestros pecados serán perdonados.  No dejéis nada oculto en vuestros corazones, hablad con Jesús y con el Pastor y Él os guiará en todo momento.  No penséis que vosotros solos recibiréis perdón, porque no hay una línea directa como esos aparatos que vosotros usáis para comunicaros.  La línea es la Iglesia y los pastores que Mi Bien Amado os dejó.  Hay malos pastores, pero hay muchos buenos.  Orad por los malos al igual que por los buenos.

“Recordad que la fe camina junto con la caridad y la caridad con la fe.  No os preocupéis tanto por todo lo que tienen guardado para exhibirlos, muchas cosas que no necesitan y lo debéis llevar a los lugares donde se hace la caridad diariamente.

“Pasareis por un túnel al final de vuestras vidas y ahí estará Él, esperándolos, y os preguntará, ‘¿Donde está lo que os di?  Que hicisteis con todo lo que os di?’  Ahí será el derramar de llanto y el crujir de dientes.

“Hay muchos enfermos en los hospitales.  La mies es mucha, pero pocos los labradores; ya casi no hay labradores, no hay nadie que sacrifique un poco de todo lo que Él os da.  Convertíos cada uno de vosotros en un misionero, no hace falta recibir reconocimiento de honor, sed misioneros.  Llevad lo que hace falta aquellos que lo necesitan.  No votéis los alimentos que a otros hacen falta.  A los drogadictos, no debéis darles dinero, llevadles almuerzo donde estén.  Donde quiera que esté un mendigo, llevadle una porción de alimento, y no debéis contribuir  a la miseria de todos. 

“Hay mucho por deciros, amados Míos, pero hoy la pequeña también sufre por su hijo [que está delicado en el hospital].  Pero ella está aquí, como dicen las Sagradas Escrituras, ‘Aquel que no deja todo lo que ama para seguirlo a Él, no puede llamarse hijo del Bien Amado.’  Ella está aquí, pero su corazón está allá con su hijo.  Aquí se ora por todos los que están como él.

“Os bendigo, Mis pequeños, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén.”    

 

Noche de Vigilia

Septiembre 4, 2010

                "Mis pequeños, es muy lindo pequeños Míos, este misterio que vosotros estáis brindándole a Vuestra Madre Amantísima, es regocijo de la luz que vino al mundo para iluminar no solo a aquellos que vivían en tinieblas, en la oscuridad de la fe y abrazaban cultos ajenos a los acontecimientos que se celebraban en ese momento presentando al Bien Amado al Padre Celestial.  Es importante porque se habla de lo que es la circuncisión de la criatura en ese tiempo.  Muy importante, porque era para cumplir la ley de Moisés.  Jesús no vino al mundo para romper ese protocolo que se usaba en aquella época sino para hacer cumplir la ley. 

                La iglesia es importante para todas Mis pequeñas criaturas porque es allí donde todos los días se celebra y se sacrifica tres veces el cuerpo y la sangre de Jesús.  Es importante porque cada criatura que acude a un lugar sagrado, ahí está vuestra Madre todo el tiempo recogiendo cada uno de vuestros pensamientos, recogiendo también todas las ideas para continuar en este camino de amor que es necesario para que el hombre se salve de todas las desgracias que vienen para la humanidad.

                Para vosotros pequeños míos, hoy ha sido un día especial para todos, porque de una forma u otra amáis a la pequeña criatura, traviesa alegre, cantante, danzarina, así nació y así la escogió el Bien Amado en el vientre de su mamá.  Esa señora que está en la gloria porque fue una santa mujer.

                Muchos, muchos pasarán por terribles momentos porque el hombre ha a torcido todo para destruir a la humanidad y es por eso que mi Bien Amado vendrá a rescatar a las criaturas que verdaderamente caminan con el Bien Amado siguiendo la línea que Él os dejó diciéndoos, este es el camino por el que vosotros tenéis que andar.  La iglesia es poderosa, pero no es tan caritativa como Vuestro Padre Celestial hubiese querido que fuese, como siempre los grandes jerarcas se llenan de denarios y no utilizan aquellas caridades para verdaderamente hacer lo que al Bien Amado le agrada.  Perdonen a la pequeña criatura, Vuestra Madre Amantísima siempre os ha dicho que ella recuperaría su forma de andar  para servir al Señor y se está cumpliendo poco a poco.  Sufre mucho pero el sufrimiento la ennoblece, la engrandece ante los ojos del Padre y cada uno de vosotros al igual que ella, estáis haciendo un camino de amor, que será para toda la vida.

Esto no se destruirá con la ida de mi pequeña, no, seguirá adelante y seréis vosotros los protagonistas de enseñar a aquellos que os quieran escuchar que aquí se regocija el Padre Celestial desde que lo escogió.  Hace mas de doscientos años este lugar fue escogido para casa del Señor Vuestro Dios.  Vuestra Madre hoy esta contenta porque están de fiesta los hijos que le entregué para que me ayudaran a conducir el rebaño del Bien Amado.

Es obligación de cada uno de vosotros predicar todo lo que aprendáis y debéis de no caer en ser fanáticos religiosos porque sois capaces de cualquier cosa, no lo olvidéis.  No os dejéis penetrar por la maldad que os hace hacer cosas que no debéis hacer.  Os voy a decir algo bien importante, el hombre está destruyendo este hermoso país, y  no va a ser de nuevo elegido, perderá y se perderá en la historia como todo lo que no es bueno. 

Os quiero decir a cada uno de vosotros que Vuestra Madre hará muchas cosas en vuestras vidas con aquellos que sufren un mal entendimiento entre parejas, serán tocados por el Espíritu Divino para que transiten con verdadero amor junto con la pareja, el don que Dios os ha dado y os dará.  Todos recibirán grandes bendiciones en este lugar que para muchos pasará desapercibido, pero que para vosotros tiene una importancia que no os podéis imaginar.  La pequeña seguirá haciendo sus caridades como hasta ahora, no podrá retroceder por sus dolores, porque el Bien Amado, sufrió mas con la Cruz que Él cargó por cada uno de vosotros. 

 Tenéis que tener siempre alimentos en vuestros hogares para un momento de crisis porque fechas el Padre no os dará, a nadie, a nadie. Aquellos que os dan fechas os estarán engañando, porque Él vendrá en la noche como un ladrón a sorprender a cada uno en lo que estáis acostumbrados a hacer, si camináis en la luz no tenéis que temer porque los Ángeles que pone a cada lado de vosotros os protegerán.  La pequeña podrá recibir preguntas de vosotros si queréis saber, sin ir mas allá de donde debéis, la pequeña recibirá alocuciones para atender vuestras necesidades en este lugar, no tengáis miedo a nada porque cuando os vayas iréis bajo en amparo del Espíritu Divino de Dios que está con cada uno de vosotros, pero que vosotros no los veis.

Os amo, Mis pequeños, os amo.  Recordad siempre que cada vez que hay algo que no es correcto Vuestra Madre llora en algún lugar del mundo, tratando de que el hijo no deje caer la justicia al que comete maldad, al que miente al que comete una calumnia al que insulta a la pequeña, pero ella no sufre se ríe de todo.  Vuestra Madre de la mano de Jesús os bendecirá, continuad con el rosario que alegra y hace danzar a Vuestra Madre en el cielo.  No abandonéis la idea que guardar alimentos que os servirán para un momento determinado, porque no sabéis cuando tocará la desgracia al lado de vosotros.  Lo que tengáis reunido de anteriores acontecimientos, donadlo porque hay mucha hambre en el mundo, colectad lo que podáis, cosas que puedan ser útiles.  Recordad que a Jesús no le gusta que miren su ira por las ventanas de vuestras habitaciones.  Arrodillaos cuando veáis algún acontecimiento que se espera para la humanidad, encended las velas que os han bendecido a cada uno de vosotros en las Iglesias a donde vais.  Orad por vuestros sacerdotes, por la iglesia que el momento determinado se derrumbara cuando las siete colinas se unan será el momento de dolores.  Estad atentos, os amo pequeños míos, os amo.  En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen."

 

Septiembre 21, 2010

                “Hijita querida, Mi pequeña, el hombre en general, está lleno de desconfianza y de angustia, porque la esperanza que tenía en su futuro se convirtió en pobreza, miseria y descontento. 

                El hombre a construido su felicidad en los bienes materiales, y no quiere volver sus ojos a los bienes que da el amor, la gracia que da Dios a cada ser humano.  El hombre no comprende que los bienes terrenales no son eternos y se esfuman como el humo, no piensan que lo más importante es vivir en paz con Dios y consigo mismos.  La ambición del hombre continuamente lo amenaza todo el tiempo, están pendientes de lo que tienen y no se preocupan por aquellos que no tienen nada. 

                Que fácil seria que el hombre se llene de amor pero con los demás y comparta de lo mucho que le sobra con aquellos que sufren porque no tienen un pedazo de pan que llevar a la boca.  En la forma que vive el hombre hoy, pierde la felicidad terrenal y la felicidad eterna.  Os amo soy Vuestra Madre Amantísima  la Virgen Maria.  Amen."

   

Septiembre 22, 2010

                "Mi pequeña hay enfermedades que son del alma y otras que son del cuerpo, tu pequeña las conoces, pero hasta donde puede llegar su gravedad, no lo imaginas.  Cuando estés enferma del cuerpo o del alma son como taras que nadie las puede evitar, ni eximirse de ellas.  Vuestra Madre Amantísima, fue preservada de todas estas taras y de pecados.  Para ti, mi pequeña, el amor al prójimo es tu misión y la mía.  Entrégate a la voluntad del mismo Dios, estando dispuesta siempre para ayudar a todos los seres humanos en todas sus angustias y necesidades.

                Quiero pequeña mía, que encuentres en mi a una Samaritana que caminara contigo, para curar las llagas del alma y del cuerpo y dar consuelo a todo el que lo necesite.  Cuando ves a un enfermo, en tu casa o en los hospitales en tu oración me llevas de la mano donde está el enfermo, yo te acompañare y le daremos fuerzas para luchar por su salud moral y corporal; tu le hablaras a través de Mis enseñanzas, infundiéndole alivio a sus dolores físicos y espirituales.  Invocadme siempre pequeña, que yo estaré contigo como una enfermera divina y celestial.  Si tu Me invocas cuando ves a un enfermo, no puedo ser sorda a tu suplica y es ahí donde puede ocurrir el milagro.  Soy vuestra Madre Amantísima, la Virgen Maria.  Amen."

 

Septiembre 25, 2010

                "Hijita querida, llamándome Luz y Sol de la mañana, estas buscando que vuestra madre te ayude y te guíe en el camino que te lleva a algún ser terrenal que necesita curarse de alguna enfermedad del cuerpo o del alma.  Hijita querida yo acudo a todo aquel que hace una oración pidiendo mi ayuda, haciendo que el Espíritu Divino ilumine su alma y lleve a su corazón la luz y el amor de Jesús.

                Muchas veces el hombre en general me ora pidiendo la salud física y cuando la tienen se olvidan del precioso regalo que han recibido y usan mal esa bendición que les otorgó el Señor.  Se olvidan de agradecer a Dios todo lo bueno que viene de Él y hasta agradecen a otros el milagro, dicen que se sanaron por ellos mismos.  Hijita querida un enfermo espiritual es un cadáver ambulante, es por eso que acudo a ellos para salvarles el alma, porque esos están prisioneros del maligno, por eso es que trato de salvarlos para la Gloria de mi Hijo amado Jesús.

                Hija mía Vuestra Madre Amantísima tiene hijos, a los cuales amo, ellos tendrán una buena vida y gozarán de unas bendiciones que serán eternas.  Déjense guiar por una buena estrella que es Vuestra Madre Amantísima, guiada por mi Hijo Amado que es Jesús el Buen Pastor.  Amen.  Os amo, pequeños Míos."