Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Septiembre 13, 2008

                “Mis pequeños criaturas, hace tiempo que vuestra madre está aquí leyendo los corazones de cada una de las criaturas que han venido ha recibir de las manos del Bien Amado las bendiciones que guarda para cada uno de sus hijos.  La pequeña siempre se adelanta a decir que os hablaré a través de alocuciones y ella sabe que siempre vuestra madre habla a través de su boca, de su lengua porque la necesito porque no le pertenecen, porque son de vuestra madre. 

Vuestra madre sabe que la pequeña criatura está enferma. Ha pasado por grandes dolores que ninguno de vosotros os imagináis por su fortaleza en la fe.  El Bien Amado escogió esta criatura no por voluntad de ella. Por si no lo saben ella no sabia ni rezar el rosario.   Yo me pregunto sobre estos misterios tan maravillosos que da vuestra madre en la advocación de la concepción de Jesús en le vientre de María, si vosotros sabéis que significa cada misterio del rosario de vuestra madre? Tampoco la pequeña criatura sabía ya que ni siquiera sabía orar el rosario.   Hoy la descubro.  Aunque ella es siempre franca y dice “yo no sabía rezar el rosario” pero yo lo digo con la consistencia de la verdad de vuestra madre y como ella no sabia orar pero el Espíritu Santo la dirigió a través de vuestra madre y así aprendió sin que nadie mas la enseñara estando solita, solita en el cuarto donde vuestra madre apareció.  Allí le dijo a vuestra madre “ si yo no se rezar el rosario como te presentas a mi si yo no os conozco? La pequeña siguiendo los impulsos de su corazón seguía hablando y vuestra madre la tuvo que callar y decirle “vuestra madre lee vuestro corazón mi pequeña; ya que vuestra madre sabía que tu desconocías no solo orar el rosario pero también que no sabias leer la palabra de Dios en las sagradas escrituras. 

Esto os digo hoy para que cada uno de vosotros que estáis aquí entendáis que a Vuestro Padre Celestial solo le interesa lo que esta en cada uno de vuestros corazones.  Es por eso que El lee vuestros corazones y sabe cada una de vuestras peticiones y cada una de vuestras acciones. El os enseña que orar el rosario en apariciones marianas y cada uno de vosotros recibís muchas, pero muchas bendiciones de vuestro Padre Celestial y especialmente de vuestra Madre Amantísima. 

Vuestra madre sabe que muchas personas, no solo de las que están aquí sino muchas personas que van a los grandes santuarios a pedir a vuestra madre bendiciones, sanaciones, milagros, no saben orar y si saben orar no saben lo que significa el rosario de vuestra madre.  Cada misterio del rosario tiene un significado.  Este que vosotros estáis diciendo en este momento significa el misterio del nacimiento de la criatura que vuestra madre llevaba en su vientre y que sería la sagrada Eucaristía. Cuando Jesús se elevara al cielo, dejaría esa bendición en aquel pequeño pedacito de pan sin levadura, no contaminado seria un pedacito de su carne y de su sangre para que cada uno de vosotros lo recibierais en la Eucaristía.

Estos misterios significan el sí de vuestra madre, el sí de aceptar lo que Dios había preparado para ella.  En aquellos tiempos existían castigos para las mujeres que concebían sin estar casadas con un hombre legalmente en las leyes Judías y serian flageladas y muertas antes de dar a luz a la criatura que llevaban en su vientre.  María fue concebida sin pecado original y dijo si a Dios, si a la vida y no a la muerte.  Este rosario que vosotros estáis orando con tanto fervor pero que desconocéis verdaderamente el significado de cada uno de sus misterios es el Sí de María y es la maravilla.  Los Ángeles bailaron en el cielo cuando María dijo si al advenimiento de su criatura en el vientre virginal de ella. 

Otro misterio es la visitación de María como misionera para cuidar a su prima Isabel que también había concebido y le faltaba para dar a luz y ella  fue a cuidarla.  Fue la primera misionera en la tierra que iba a cuidar a un enfermo aunque Santa Isabel no estaba enferma sino que tenía la ilusión de que iba a tener una criatura.  Cuan dichosas eran ellas al saber que llevaban latiendo en sus vientres  el milagro del amor y de la vida.  Hoy las mujeres en su vientre asesinan a las criaturas, no las dejan vivir, no las dejan nacer.  Los Ángeles en vez de cantar, lloran arrodillados delante del Padre todo el tiempo pidiendo por que la criatura no sea abortada y que la madre le diga sí a la vida y no a la muerte.

El misterio del nacimiento de la criatura divina que es Jesús es el misterio de la Sagrada familia, por eso vosotros tenéis que decir en el misterio, por Jesús, María y José, la Sagrada Familia que representa el hogar, el advenimiento de la criatura al mundo es la alegría del pan que vendría en los brazos de María. Este pan se convertiría en la Eucaristía, el pan sagrado por la cual vosotros serías reivindicados al tomarla, habiendo confesando cada uno de vuestros pecados.

La familia que ora unida se mantiene unida pequeños míos. Vuestra madre usa la lengua y la boca de la pequeña criatura y los sentidos, pero ella está consiente de lo que está hablando.  Ella está débil para recibir el Espíritu Divino pero de todas maneras os seguiré tocando cada uno de los corazones de cada uno de vosotros para que entendáis lo que significan los divinos misterios de Vuestra Madre. 

María dio al hombre ese rosario para que al orarlo, recordarais toda la vida de Jesús, todo el vía crucis y toda la alegría de la resurrección.

Cuando María entregó el rosario a Santo Domingo de Guzmán le dijo estos serán los misterios que salvarán al mundo y aquel que lo ore con amor, con verdadera fe, con entrega, caminará siempre en la luz y no temerá ni a las tormentas, ni a las inundaciones ni a los rayos, ni a los temblores de tierra porque estarán entregados en oración de los misterios del sagrado rosario.  Por eso nada de este rosario pude cambiar, es como la Biblia que ni una tilde se puede cambiar.

En el misterio de la presentación del pequeño y Divino Niño en el sagrado santuario de los grandes maestros de la ley del antiguo testamento, es el misterio donde cada uno de vosotros podéis pedir por los grandes sacerdotes oblatos de María que verdaderamente creen en estas apariciones y en donde quiera que aparece vuestra madre amantísima.  

Cuando Jesús  caminó durante tres años con los apóstoles, preparó a los grandes pastores que dejó para conducir a su rebaño, su Iglesia al verdadero camino y que hoy lo habéis torcido.  Camináis por diferente rumbo buscando a Dios y que cada uno de vosotros lo tenéis en vuestros corazones pero que no lo sentís porque no abrís las puertas de vuestros corazones para que se siente a conversar con cada uno de vosotros.

Vuestra madre hoy necesita que cada uno de vosotros en general, hombre, mujer y niño os sentéis a orar el rosario porque grandes catástrofes se avecinan.  Siguen las convulsiones de la naturaleza.  Siguen las perdidas de las criaturas.  Los raptos, los secuestros.  Los asesinatos de los grandes criminales que dejan que el maligno se apodere de sus corazones para sembrar el odio, la sangre, el terror, la abominación en los pueblos de America y de todas las naciones en todas partes del mundo. Se derrama sangre, dolor, muerte en las grandes catástrofes que están ocurriendo. 

Dios está llamando a sus hijos, a veces los levanta adelantado para que no vean la maldad que vendrá sobre el mundo, otros podrán ver como el hombre se destruye, como la naturaleza se pierde, como viene el hambre la sed la falta de justicia, por que el hombre hoy quiere ser Dios sin recordar que hay uno solo Dios, uno solo, que es el mismo que dio su vida en la Cruz para que cada uno de sus hijos fueseis salvos en este mundo convulsionado de dolor de envidia, de maldad, de avaricia.  Nadie comparte lo que tiene, ni siquiera una oración, les da vergüenza enseñar a una persona que no sabe orar el rosario, y a la que no lo sabe le da pena aprenderlo y que sepan que no sabe.  

La pequeña criatura no sabía orar el rosario, y vuestra Madre le enseñó.  Entregaos vosotros en la confianza de María,  orad pequeños míos, orad en vuestra habitación cuando os encontréis solos, cuando manejáis esos grandes aparatos cuando en velocidades infernales llegáis a los lugares menos esperados.  Antes el hombre caminaba detrás de Jesús, detrás de los grandes pastores, detrás de los grandes profetas.  Hoy os trasladáis en esos pájaros que vuelan.  Aprended a orar, si no sabéis orar pedid al Espíritu Santo que  guíe en vuestros corazones la oración de la salvación de todas las almas perdidas, inconversas, por los tibios de corazón, por lo que mueren diariamente en accidentes de todas clases, en las guerras parricidas, o asesinados por la maldad, por los que mueren de hambre.

Cuantas miserias y desgracias hay hoy en el mundo que vosotros nos os imagináis, mientras que algunos votan los alimentos que les sobran,  a otros les falta hasta el agua para beber.  Meditad cada uno de vosotros en lo que la pequeña os dijo antes que de Vuestra Madre viniera.  Aquel que no comparte lo poco, no puede compartir lo mucho, porque si sois avaros con lo poco también seréis avaros con lo mucho.  Compartid, cocinad lo que vosotros vais a consumir, no botéis alimento que os faltará.  Orad por la paz, porque Dios derrame su misericordia sobre el hombre, y no siga mirando las maldades que hay en él, en este mundo, en cada uno de los hombres.

Vuestra Madre seguirá apareciendo en el mundo entero, algunas veces llorando sangre, llorando aceite para sanación, derramando agua para saciar la sed con una gota.  No toquéis las puertas de nadie para orar.  Orad con Jesús en vuestros corazones.  Orad con cada uno de vuestros hijos, en vuestros hogares, enfatizad el misterio de la familia. Orad por los enfermos de los hospitales que no tienen a nadie quien ore por ellos.  Orad por cada uno de los que llegan a este lugar cada día pidiendo la misericordia divina.

Hoy Vuestra Madre tiene el corazón lleno de las delicias, del amor de cada uno que comparte con la pequeña criatura, si tiempo, sus alimentos, porque Vuestra Madre le multiplicará a cada uno que deja algo en este lugar.  Lo multiplicará tres veces más, cuatro veces más.

 No seáis avaros con el amor, repartid el amor con los infelices que no tiene a nadie, con una frase que los consuele.  En este día, pequeños míos os hago pensar, orad por los pastores que os dejé, oblatos servidores de la Virgen María.  Orad por aquellos que llevan los alimentos y van caminando por todas partes, los misioneros, los verdaderos sacerdotes de Jesús y de María, esos carmelitas y franciscanos que todavía oran los misterios en la lengua primitiva de Jesús y que hoy el ser humano los ha olvidado, para que haya paz en la Iglesia y en el mundo.  Tendréis que volver a empezar esta nueva cimiente con las viejas raíces de la antigüedad.

 Os bendigo pequeños míos, os bendigo a todos, y a cada una de las personas que han venido a este lugar,  junto con la criatura que os pide perdón porque hoy no ha recibido solamente a Vuestra Madre, en sus oídos y en su lengua, porque su cuerpo está débil y no puede recibir al Espíritu Divino, pero que está con ella para que tocando a cada uno de los enfermos solamente hoy, Vuestra Madre os ayudará a recibir la sanación que tanto buscáis. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amen.”