Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Septiembre 13, 2013

“Mis pequeñas criaturas, Mis pequeños, vuestra Madre Amantísima aparece para que todas las personas que se encuentren en este lugar con verdadera fe reciban al Espíritu Santo y puedan ver a vuestra Madre Amantísima, la Virgen María. Podéis tomar fotos al sol con esos pequeños aparatitos y ver la imagen de vuestra Madre Amantísima. 

“La pequeña criatura [Rosa] no se gobierna y no puede hacer las cosas como ella quiere.  Ella os dijo que vuestra Madre Amantísima le dará una alocución.  Sí, le da una alocución hoy, pero os aparecerá en este lugar.

“Os digo que tenéis que preparar vuestros corazones para muchas cosas que acontecerán en este mundo convulso en que vosotros hoy vivís.  El hombre cree que puede dominar al Padre Celestial, pero el Padre Celestial es universal y ningún ser humano lo puede gobernar.  Los seres humanos fueron creados por Dios, y como hijos de su Creador, tienen que estar bajo la potestad y orden de su Creador en este mundo que Dios creó para que las personas habitaran en el.

“Vuestro Padre Celestial os bendice y permite que un día como hoy en muchas partes del mundo vuestra Madre Amantísima os aparezca.  Vuestro Padre Celestial en muchos lugares del mundo escoge a criaturas que son capaces de sacrificar y dejan todo atrás por recibir a vuestra Madre Amantísima y vuestro Bien Amado Jesús de Nazaret.  Vuestro Padre Celestial os dice que aquellos que reciben a vuestra Madre Amantísima y al Bien Amado Jesús siempre son abandonados por sus seres queridos.  Sus seres queridos creen que los elegidos están imaginando cosas o que están locas.

“Os aseguro que hay personas en este lugar que se preguntan, ¿Cómo es posible que a esa pequeña criatura se le puede aparecer la Virgen?  Os digo que sí pequeños Míos, Yo puedo aparecer a cualquier ser humano que sea capaz de decir, ‘Sí, yo dejo todo lo que tengo para seguir a el Señor y a vuestra Señora Bonita.’  Todos los que sacrifican lo que tienen para ponerlo a la disposición de vuestro Padre Celestial son los que verdaderamente pueden recibir a vuestra Madre Amantísima y a vuestro Padre Celestial. 

“Muchas cosas están pasando en el mundo, pequeños Míos, que desde que vuestra Madre Amantísima aparece en este pequeño lugar os ha dado a conocer en Mensajes a toda la humanidad.  En este lugar de apariciones Marianas, como en otras partes del mundo, vuestra Madre Amantísima os da los Mensajes a través de la pequeña criatura que ofrece el sacrificio de recibirla y tiene la gloria de tenerla con ella.

“Pasarán muchas cosas en este mundo convulso, pero Yo os pido que oréis y pidáis con amor que continúen las apariciones Marianas en todas partes donde vuestra Madre Amantísima busca aquellos hijos que se han separado del único Camino que dejó Jesús para llegar a Él que es la Iglesia.  Debéis orar mucho por la Iglesia, que es universal.  Es la Novia que espera con María a que Jesús regrese al mundo y ponga todo en orden.

“Pequeños Míos, es a través de las apariciones Marianas que vuestra Madre advierte al hombre que se conviertan, que vuelvan a la Iglesia, que es el Camino que dejó Jesús.  Regresad a la Confesión, regresad a las oraciones ante el Santísimo Sacramento del Altar.  Todas esas oraciones llegan al Bien Amado.  El Espíritu Santo toca vuestros corazones y lleva a vuestros hogares la felicidad, el amor, y todo lo que vuestro Padre Celestial os quiere dar.  Sin embargo, Él no puede llegar a todos corazones, porque muchos son duros, soberbios, orgullosos, y no quieren dar un poco de lo que reciben de vuestro Padre Celestial para compartirlo con otras personas.  Id a los lugares de aparición para que reciban las bendiciones que vuestra Madre Amantísima os trae a través de las pequeñas criaturas que reciben al Espíritu Santo, El Bien Amado Jesús, y vuestra Madre Amantísima, la Virgen María.

“Muchas epidemias vendrán a la humanidad y tienen que tener mucho cuidado al adquirir vuestros alimentos.  Tened cuidado de donde lo obtenéis, de donde sacáis el agua para que vosotros no tengáis ningún tropiezo con las enfermedades.  El hombre trasmite enfermedades a través del aire hechas por ellos mismos y las dejan caer en los países de sus enemigos.

“¿A quién de vosotros os ha agradado el crimen de lesa humanidad que cometieron en Siria donde mataron a muchos niños, hasta niños que estaban en los vientres de sus madres?  Niños estaban en el suelo suspirando por aire con sus bocas abiertas, junto con adultos, y murieron a montones, por el veneno maldito, como lo llama el Bien Amado Jesús, que dejaron caer los gobernantes de ese país.  Os advierto ahora sobre algo muy importante: Grandes cosas pasarán a este país por no haber permitido que vuestro gobernante hiciera justicia y castigar el crimen de lesa humanidad que cometieron contra aquellas criaturas en aquel país.  Este país por no hacer justicia al ver este crimen es tan culpable como el que lo cometió, porque pudo haberlo evitado.  Los crímenes de lesa humanidad piden justicia para que no vuelva a suceder en otro país lo mismo que hicieron ahí.

“Yo os pregunto a las pequeñas criaturas que hoy están reunidas en este pequeño lugar y pueden llevar ese Mensaje de amor y de justicia a todo el país: ¿Por qué se oponen a que este gobernante haga la justicia que debería haber hecho con ese país?  ¿Estuvieron vosotros de acuerdo de ser atacados en las torres gemelas en N.Y.?  No, verdad? pero tampoco muchos no querían que se hiciera justicia con los culpables.  Vosotros que sois responsables de lo que pasó seréis también responsables cuando el día de mañana pueda pasar lo mismo en otro país.  Si no sois capaces de hacer justicia por aquellas personas, tampoco la humanidad será capaz de hacer justicia por vosotros.  Y hoy, tampoco quieren que se haga justicia con los culpables del crimen de lesa humanidad que cometieron con las criaturas inocentes que no pidieron venir al mundo. 

“Dice Jesús, ‘No es malo castigar al culpable para que no lo vuelva hacer.  Si vosotros no recibís castigo, volvéis a cometer el mismo delito porque no se arrepienten si no les pasa nada.  El día de mañana cuando pase en cualquier lugar de la humanidad otra vez no podréis decir nada, porque no hicieron nada para que no pasara.  Vosotros aceptaron la muerte de tantas criaturas que no desearon venir al mundo en un país donde todo es maldad y destrucción y donde odian a la humanidad que los rodea.  Muchos de los gobernantes de este país, como los de Europa y de América Latina, no condenaron este hecho ni se pusieron a favor del gobernante de este país para que hiciera justicia.  Vosotros sufrirás las consecuencias de los actos que los hombres cometen porque seguirá ocurriendo atrocidades en este mundo tan convulso como el de hoy.’

“Hoy calumnian y hablan mal del Papa que está guiando la Iglesia.  El Papa no os dijo que se podían casar las parejas del mismo sexo, como muchos piensan.  El Papa dijo que todos sois seres humanos y debéis contemplar a la humanidad con su libre albedrío.  La Iglesia no acepta esta clase de matrimonio, porque no es el orden de la humanidad; se acabaría la generación porque no habría creación.  Vosotros podéis aceptar a vuestros familiares como son sin hacerle daño a nadie.  Pero no podéis aceptar lo que está incorrecto y pecaminoso ante los Ojos de Dios.  Es pecado que el hombre tenga relación con otro hombre o una mujer con otra mujer y si lo hacen, tendrán que sufrir las consecuencias de sus actos.  Sin embargo, vosotros no podéis juzgarlos, porque solo Dios los juzgará.  Todos debéis mirarlos y tratarlos como hermanos.

“La naturaleza se encargará de hacer su trabajo en la humanidad convulsiva en que vosotros hoy vivís.  La naturaleza se cobrará cada acto de maldad que el hombre haga, no solo aquellos contra la naturaleza, sino aquellos contra los seres humanos.  La naturaleza es de Dios y Él actúa a través de todo lo que Él creó.  Dios creó la humanidad y Él creó la naturaleza viva para servir la humanidad.  No podéis destruir la naturaleza con el fuego, lastimando las plantas para construir edificios de apartamentos o condominios, como vosotros lo llamáis.  Las plantas sirven de alimento para la humanidad. 

“Vosotros debéis orad en silencio como Jesús os enseñó en las Sagradas Escrituras.  Cada oración que vosotros hacéis con el alma, con el corazón, el Bien Amado Jesús os escucha, pequeños Míos.  El Bien Amado Jesús siempre escucha aquellos que piden con amor a vuestro Padre Celestial.  Orad en silencio con amor y con verdadero sacrificio todo el tiempo, sin descanso.  Orad por los niños abortados; esas criaturas que no tienen la culpa de que aquellos seres que se unen y les crean después no los quieren.  Oren también por los niños que son traídos al mundo y luego son arrojados a la basura con poca conciencia.  No tienen perdón esas criaturas que son capaces de matar a sus propios hijos.

“El mundo está corrupto, pequeños Míos, y casi no hay buenas madres.  No educan a vuestros hijos correctamente; los dejan que salgan a cualquier hora solos, no los educan en vuestros hogares, no les enseñan lo que es malo y lo que es bueno, les dan todo lo que piden con tal que ellos se acerquen más a ellos.  La educación es muy importante en los hogares y cuando un hogar se destruye, la mujer debe dar el mejor ejemplo a sus hijos y no procrear más criaturas para que se vuelvan a quedar sin padre.  Enseñadles a vuestros hijos el amor a los demás, la caridad.  Enseñadles a vuestros hijos a que ayuden a sus profesores, hacer su trabajo siendo obedientes y respetuosos para que tengáis un país verdaderamente grande con un Dios, a Quien ellos también aprendan amar.

“Vuestra Madre Amantísima os va ungir a todos, pero os quiere decir que oren en vuestros hogares y acudid a los templos que Él os dejó la Iglesia, que es la novia que espera a Jesús de Nazaret, el Novio Que regresará a rescatar Su Iglesia.  Recordad siempre que hay un solo Camino para seguir a Dios, y que en ese Camino, Dios conocerá lo que vosotros lleváis en vuestros corazones.  Acudid a la iglesia, que es el Templo del Espíritu Santo.  Aprended hacer el bien sin arrepentirse, aprended amarse unos a otros y tener hogares que sirvan de  buenos ejemplos a vuestras criaturas.  Amad a vuestros vecinos y a vuestros amigos, todos son la familia que Dios os da, como los que estáis hoy reunidos aquí.  Todos sois Mis hijos, todos sois hermanos; todos como los que acuden a la iglesia, junto con vuestro sacerdote.

“Orad por el Papa; está amenazado de muerte.  Aprended lo que la Iglesia dice, que seáis lo que vosotros seáis; ricos o pobres, blancos o negros, grandes o pequeños, malos o buenos, todos sois hijos de Dios, aunque algunos pueden estar en un camino equivocado porque sus padres no los supieron educar desde pequeños.  Amaos como Él os ama, a malos y a buenos, a ricos y a pobres, porque no sabéis en que momento, en que persona, en que corazón, Dios se va a cobijar.

“Orad por los que han partido y ofreced Misas por ellos para que puedan estar en la Presencia de Dios.

“Os amo, pequeños Míos.  Enderezad vuestros caminos y seguid el Camino que Dios os dejó.  Acudid a los lugares donde vuestra Madre aparece y que vuestro Padre Celestial derrama las bendiciones y toca los corazones de Sus hijos.  Vuestro Padre Celestial derrama Sus bendiciones y hace que vuestra Madre Amantísima aparezca en este lugar y en muchas partes del mundo para que La veneren, La amen y que Ella los lleve a Jesús. Hay un Solo Dios en el universo y para toda la humanidad.

“Os amo y os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.”

 

Septiembre 7, 2013

Vigilia

                “Vosotros no sabéis cuanto dolor la pequeña y vuestra Madre Amantísima ha soportado para que la pequeña os pueda dar el Mensaje de la Señora Bonita, como vosotros la llamáis.

                “Pequeños Míos, este es un Misterio para que vosotros recordéis todo el tiempo, como vuestra Madre Amantísima sufrió al ver a Su Hijo morir en la Cruz, crucificado como un delincuente, como si hubiera sido un ser sin compasión.  Vuestro Padre Celestial escogió este momento del Misterio de la Crucifixión del Señor para que vuestra Madre Amantísima os hablará.

                “Vuestra Madre Amantísima hoy sufre lo mismo que sufrió cuando vio a Jesús en la Cruz.  Un día como hoy en que vosotros recordáis la muerte del Bien Amado en la Cruz ¡cuántos inocentes han partido, pequeños Míos!  Vosotros debéis orar y recordar esas almas que han partido y han llegado al Cielo para llegar a ser como ángeles, porque eran criaturitas que no pidieron venir al mundo.

                “Vosotros hacéis el Rosario como siempre, pero hoy lo hacéis por esas pequeñas criaturas que murieron en ese lugar donde la maldad se regocija, donde el hombre celebra la maldad y comete los crímenes más grandes que se puedan cometer en contra de la humanidad, en contra de tantos niños que han muerto.  Vosotros recordáis en este día a esos niños y os consagráis en este Rosario como os consagráis en la Misa a la Eucaristía, Que es Jesús en la Cruz.

                “Han crucificado a Jesús otra vez al asesinar a todas esas criaturas que no pidieron venir al mundo porque ellos son niños inocentes y porque el hombre no se estremece ante tanta maldad.  Vuestra Madre Amantísima sufre y vuestro Bien Amado Jesús se estremece en la Cruz cada vez que un inocente es asesinado, abortado, o abusado, porque esos niños no piden venir al mundo y son los padres los que los traen a través del placer que sienten al procrearlos.

                “El mundo de hoy, pequeños Míos, debería de estar llorando por la sangre que está sea derramando en todas partes.  La humanidad se debe estremecer ante un crimen tan horrendo que han cometido con tantas criaturas que murieron, asfixiadas por un veneno que ellos no tenían por qué absorberlo.  Pero la humanidad no se estremece ni ofrece Misas por esas criaturas que murieron inocentemente.

                “Dios envía a vuestra Madre Amantísima a todas partes del mundo para que os convirtáis y entendáis que si no lo hacéis, el hombre pagará por los tantos crímenes y abusos que se han cometido en este momento en el mundo en que vosotros vivís.  Cuando sucede un evento como lo que ha pasado en el mundo, la humanidad se debe de estremecer para que se haga justicia con esos miserables, como vosotros lo llamáis, que asesinan criaturas que no tienen la culpa de los problemas que tienen los hombres de hoy que ellos mismos fabrican.

                “Debéis hacer muchas oraciones, pequeños Míos, por aquellos niños que mueren inocentemente, abortados en el vientre de sus madres.  Esta vez asesinaron a criaturas con un veneno mortal solamente respirándolo y no les dieron la oportunidad de salvar sus vidas.  Esos niños fueron asesinados, respirando el veneno que el mismo hombre fabrica.  Muchos no desean que se haga justicia contra esos asesinos y criminales para que sean castigados, los que ni siquiera merecen morir en una cruz.  La Cruz es sagrada, porque ahí murió vuestro Padre Celestial, Jesús de Nazaret. 

                “Jesús envía a vuestra Madre Amantísima a todas partes del mundo.  Seguirán ocurriendo desastres y la tierra se estremecerá.  Los corazones de los seres humanos no se estremecen, pero la tierra es; la naturaleza cobrará los grandes crímenes que se cometen de lesa humanidad en este mundo en que vosotros vivís.

                “Tenéis que orar por todas esas criaturas que murieron y debéis haced Misas por esas criaturas para que se eleven y vaya a donde los ángeles están.  El hombre no supo cuidar de esas criaturas para que no serían asesinadas.

                “Vosotros veréis muchas cosas más antes del Final de los Tiempos.  Vosotros no van a saber cuándo es el momento, pero la humanidad está desesperada esperándolo como si fuera una fiesta.  Pero vendrá la Justicia Divina en un momento que vosotros no saben y os sorprenderá en lo que vosotros estáis acostumbrados hacer. 

                “Orad, pequeños Míos, por toda la humanidad, que sufre hoy las consecuencias de sus malos gobernantes que están utilizando a la humanidad para hacerse ellos grandiosos, soberbios, y poderosos, y el hombre lo consiente.  Los pueblos son los que eligen a sus gobernantes, y están siguiendo los que mataron a esos niños sin pesar, sin compasión; los pequeños no son los culpables de lo que sucedió.

                “Vosotros debéis preparaos en vuestros hogares, porque grandes acontecimientos ocurrirán a la humanidad, pequeños Míos.  Pero aquel que ore y crezca en la oración no los tocará la maldad.  Orad, haced sacrificios, haced caridades por los infelices.  Orad por la paz, que está en peligro.  Son pocas las oraciones que hacen los hombres para que vuestro Padre Celestial no deje caer Su Mano Poderosa en esta humanidad corrupta, que hay en todas partes del mundo.

                “Os amo, pequeños Míos, y vuestra Madre Amantísima os dice que orareis por la pequeña criatura [Rosa], porque no es fácil para ella estar con vosotros.  Vuestra Madre sorprende a la pequeña criatura para poder manifestarse, porque aunque vosotros no lo creáis, ella es cobarde con todas estas cosas que desconoce y que toda su vida desconoció. 

                “No pidáis que vuestra Madre Amantísima se os aparezca, porque vuestra Madre obedece al Señor.  Es Jesús Quien escoge a Sus hijos y no todos son capaces de renunciar a todas las cosas que tienen que renunciar para servir a Jesús en este mundo corrupto en que vosotros vivís.  Orad por la paz, que está lejos de ser alcanzada por el hombre.  Mientras más el hombre deje de orar, el más seguirá construyendo la maldad en su mente y en su corazón, y el mundo seguirá estremeciéndose de dolor.  Vosotros debéis consagrar todos los días vuestros hogares y vuestros hijos a Dios, Que todo lo puede y todo lo da.

                “En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.”

 

El Mensaje de Septiembre 13, 2013 Continua

                Antes de comenzar el Rosario, vuestra Madre Amantísima guiada Rosa de leer las Sagradas Escrituras desde Hechos de los Apóstoles, Capitulo 26, Versículos 4-11:  ‘Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos. ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos? Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.’