Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Octubre 13, 2007

 

                “Mis pequeños, vuestra Madre pensaba que no iba a llegar.  La malignidad que hay en la humanidad quiere evitar que vuestra Madre Amantísima manifieste Su Gloria en todo el mundo.  Nunca triunfará la malignidad mientras que el Bien Amado siga derramando Su Sangre en la Cruz como hace dos mil años atrás.  Nunca, nunca Jesús olvidará Sus pequeñas criaturas por las que el entrego Su Vida como un regalo de amor y por todos aquellos que vienen generosamente buscando las bendiciones donde quiera que vuestra Madre aparece.

                “Nada evitará que vuestro Padre Celestial haga que vuestra Madre Amantísima sea capaz de llegar a vuestros corazones para tocarlos con el fuego de Su Amor, porque es Él quien os toca, es Él quien os llama en la Cruz.  Recuerden cada uno de vosotros que es muy bonito y de mucho orgullo para cada uno de vosotros llevar en sus cuellos la cruz del Crucificado. 

                “Muchos de vosotros no usan la cruz por pena o por respeto a otros, que enseña la Iglesia.  Os deje la Iglesia para que cada uno de vosotros arrodillados frente al Santísimo Sacramento, al primer tabernáculo que vuestro Padre dejo, para pedir perdón por cada uno de vuestros actos.  

                “Hoy en todas partes aparece vuestra Madre y seguirá apareciendo en cada rincón de la tierra hasta que convenza a cada uno de Sus hijos que una aparición no puede inventarse porque los frutos que da son visibles y son todos iguales como el Padre los hizo cuando caminaba con vosotros en la tierra.

                “Recordad que cuando Jesús caminaba con todos los apóstoles, vuestra Madre le sigua los pasos pasando inadvertida, para que no vieran el dolor que llevaba oculto en Su Corazón por la conocimiento que vuestro Padre Celestial tenia que cumplir lo prometido ‘os enviare al Hijo para que a través de Él vosotros todos sean escuchados y sean perdonados.’

“Es vuestra Madre quien viene a través del mundo trayendo los Mensajes y las bendiciones a todos aquellos que los quieran recibir.  Abridle las puertas al Corazón Inmaculado de Maria y al Sagrado Corazón de Jesús.

“Hoy, Él se manifiesta, Mi pequeña, llorando Sangre igual que vuestra Madre.  Todas las imágenes lloraran Sangre porque esa es la Sangre que Él derramó por cada uno de vosotros y por vuestros pecados. 

“El hombre no quiere creer, no quiere doblar rodillas ante el Santísimo Sacramento.  Ni siquiera los elegidos son capaces de doblar rodillas para predicar el Verdadero Evangelio.  Dios es un Padre de Amor, pero también es un Padre de Justicia.  Si vosotros no tenéis miedo a la Justicia del Padre Celestial y no tenéis fe, ¿que podrá Él hacer en cada uno de vuestros corazones?  La fe es lo que salva.  La fe es más grande que la obediencia.  El hombre comete los crímenes más atroces porque no le temen a la Justicia Divina. 

“Los hombres se van de los Santuarios donde esta el Cuerpo y la Sangre del Bien Amado.  Abrazan cultos religiosos que nada tienen que ver con lo que Él os ofreció en la Cruz.  Abrazad la Cruz y cargad la cruz de cada uno de vosotros.  Ayudad a Jesús a caminar en todas partes ayudando a vosotros que no quieren cargar la Cruz de Jesús.  Ni siquiera colgada del cuello, muy pocos, ni los elegidos del Padre ya usan la cruz.  No hay Cruz sin Jesús y no hay Jesús sin Cruz.  Esa Cruz nació con Jesús. 

“Para los equivocados, los que van por el mundo predicando la palabra errónea que no existe en los evangelios – la Luz que vino al mundo es Jesús.  Jesús e la Luz que ilumina los corazones de cada ser humano para traerle la paz, el amor y la conformidad para que carguen la cruz que Él os a mandado.  No despreséis esa cruz.  Dichosos los que sufren por que de todos ellos será el Reino de Dios.  Dios manifestará Su Gloria a través del sufrimiento de cada ser humano. 

“¿Vosotros recordad en ese huerto, como sudo Sangre Jesús porque sabia que moriría por cada uno de vuestros pecados?  ¡Como sufrió Jesús cada uno de los latigazos que le laceraban el Cuerpo!  Era por cada uno de los pecados del mundo.  Cuando fue coronado de espinas, hecho sangre y sufrió por cada uno de Sus cinco sentidos.  Cuando cargó la Cruz, la cargó no sólo para el Jerusalén de aquel tiempo porque las Sagradas Escrituras están escritas para todos hasta el fin de los tiempos.

“La Sangre del Crucificado redimió al hombre para que humillados ante los pastores que os deje y confesaras vuestros pecados y Él os escucharía. 

“La Biblia está escrita para cada uno de vosotros.  Ahí está las revelaciones que el Padre Celestial le dio a Abraham, a Moisés, a Isaías, a Zacarías, a San José.  ¿Como vosotros imagináis que Dios Padre podía manifestar Su Gloria a cada uno de aquellos profetas de la antigüedad si no era a través de revelaciones Divinas en vuestros corazones?  Así el Espíritu se movía en aquel tiempo.  No tenía cuerpo, pero era Él que guiaba a los grandes profetas a traer el Mensaje de que una virgen concebiría, como dijo el mejor de Mis profetas, como lo llama Mi pequeña a Isaías. 

“Isaías anunciaba la venida de la Virgen que daría a luz a una criatura a la cual la Virgen alimentaría con la leche dormida, con la leche que vosotros podéis hacer en vuestros hogares con la miel que es antibiótico.  No le faltaba a ninguno de los judíos en la antigüedad y todavía. 

“Sabéis vosotros que en la Cruz, si cada uno de vosotros tienen esa fe infinita que queme vuestros corazones, todo lo que vosotros pedís, Él os concederá, por que fue en la Cruz donde redimió al hombre y donde redimió a los apóstoles.  Los apóstoles eran tan pecadores como vosotros en el día de hoy, tan incrédulos como vosotros, pero Él los preparó para conducir el rebaño y para conducir a Su Iglesia, en donde Él reposa en el Santuario.  

“Él Tabernáculo fue formado en el Vientre de María para al caminar con la Eucaristía que es Él y para que al ser un día crucificado por amor poderos darse a todos vosotros.  Les dejo ese regalo para que si vosotros confesáis ante aquellos apóstoles que dejo como sacerdotes, como pastores del rebaño, recibiréis vosotros el perdón, no sólo para vosotros, sino para la generación venidera.  

“¿Como vosotros creéis que Dios os escuchará si vosotros no sois capaz de respetar el Cuerpo y la Sangre de Jesús?  Tomarla en vuestras manos, que vienen sucias del mamón del mundo y de todas las bacterias que traen en sus manos al entrar el Santuario donde Él está reposando, esperando por cada uno de vosotros.

“Él no escuchará a nadie si vosotros no aprendéis a doblar las rodillas y pedirle con humildad, con verdadero amor,  que olvide vuestros pecados para que los haga renacer en un mundo nuevo donde no haya tanto dolor, tantos crímenes, tantas aberraciones, tanta negación de la Verdad y tanta negación de Dios. 

“Vosotros no sabéis que Dios es esa naturaleza que se mueve y que un día no muy lejano os revelará como cuando Él murió en la Cruz que los cadáveres salieron de sus tumbas, cayeron rayos, la tierra se inundo, y hubo terremotos.  Los volcanes se despertaron aquel día y así se despertaran de nuevo para juzgar a estos pueblos que hoy niegan el Camino de Jesús.  Para muchos son sueños, son fabulas inventadas, pero nada se puede inventar.  El aire no lo puede inventar el hombre, el agua no se puede inventar, el alimento que se consume no se puede inventar. 

“Abrazad la Cruz, pequeños Míos.  Cuando la oscuridad se acerque a la humanidad, el hombre que no haya vuelto los ojos a Dio no tendrá tiempo arrepentirse.  Muchos de vuestros países están abrazando al anticristo, a las cabezas del maligno que está en todas partes. 

“Cuando Él derrame Su Justicia, veréis vosotros como las torres se caerán como la Torre de Babel y todo se confundirá.  No creáis que Dios hizo al mundo para terminarlo, pero los desastres que vienen para la humanidad asombraran al hombre y asombrará a la Iglesia Verdadera que hoy se ha alejado de las verdaderas caridades para lo que Dios los dejo que hicieran.

“Todos temblaran por que dice Dios a través de Su Hijo y de Su Esposa la Virgen María, todo hombre es pecador y culpable de todos sus actos y será la fe en los corazones de vosotros lo que hará resucitar de nuevo a Jesús y lo que os salvará y a los que quede de esa humanidad apostata y negadora de todo.  La fe hará de nuevo a que la mujer vuelva de nuevo a ser madre, hará que el hombre vuelva de nuevo a ser esposo, hará que los niños tengan líderes en vuestros hogares y no los busquen en la calle donde la maldad dormida, despierte para arrastrarlos con ellos. 

“En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amen.”