Mensaje
Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos
Mayo
13, 2006
“Mis
pequeñas criaturas, que día tan maravilloso en que Dios ha hecho posible que
en este pequeño lugar pueda manifestar el Padre Celestial Su Gloria, para que
todos las pequeñas criaturas que verdaderamente tengan fe puedan recibir el
privilegio de sentir en cada uno de vuestros corazones el amor, el infinito amor
que vuestra Madre Amantísima os viene haciendo un regalo de amor al hombre
cuando hizo posible que en Su Vientre Virginal se pudiera concebir la obra de
Dios hecha carne. Es imposible a los
ojos del hombre pensar que Dios mismo hizo Su primer templo en el Vientre de la
más pequeña de las criaturas que es vuestra Madre.
Ahí se hizo Carne, se hizo Verbo, se hizo Espiritu Divino para
regalarlos a vosotros en la Cruz una nueva vida, una vida llena de entrega al
Eucarístico Corazón de Él y al Inmaculado Corazón de María, vuestra Madre
Amantísima.
“Vuestra Madre viene regando en el mundo entero las bendiciones con
cada pétalo de rosas que vosotros recibáis con amor.
Esas rosas que son producto del milagro de la naturaleza Divina que es
Dios. En cada uno de esos pétalos,
vuestra Madre os regala un pedacito de Su amor y aquellos que están enfermos
reciben también la sanación con
cada pétalo de rosas que vosotros ingerís en esos milagrosos cocimientos que
vuestra Madre os ha mandado a tomar.
“Recordad cada uno de vosotros que es la fe la
que os sana, la fe en lo que
vosotros estáis recibiendo en estos momentos en este pequeño lugar y en muchas
partes del mundo donde aparezco para daros el Mensaje de vuestro Amado Jesus.
“Quiero que vosotros recordéis siempre que Dios mismo se tuvo que
encarnar en vuestra Madre Amantísima
para darle rostro a Su Espíritu Divino que nadie nunca vio.
“Dios se hizo hombre para poderos llevar al Camino de la Luz.
Recordad cuando Jesús Nació del Vientre de Maria, vuestra Madre, se
hizo Luz. Ese es el misterio más
grande. Uno de ellos donde Dios se
hizo luz al nacer y traer la Luz a este mundo convulsionado de ambición, de egoísmo,
de fanatismo, de cultos que nada tienen que ver con lo que está escrito en las
Sagradas Escrituras. Dios mismo tomó
Carne y se hizo hombre para poderos guiar hacia la Luz, que son Sus Evangelios a
través de los apóstoles y anteriormente sin rostro a los profetas del Antiguo
Testamento.
El hombre se tiene que arrimar a esa Luz grandiosa
que os traigo, a esa Luz que no respetáis.
Vosotros no respetáis las bendiciones que trae vuestra Padre Celestial
al mismo mundo que creó y el hombre que hizo a su semejanza y manera para
poderlo llevar al conocimiento de la Verdad que está escrita en las Sagradas
Escrituras. En un Vientre Virginal,
vuestro Padre se hizo hombre para que cada uno de vosotros tuviera que seguir
una luz porque el hombre estaba a
oscuras y cuando llegó la Luz se abrieron para el mundo las bendiciones que
vuestro Padre Celestial os trae en cada bautizo, a través del Hijo.
Cuando vosotros acudís en masa a recibir el bautismo, ahí se recibe la
muerte de todos los pecados para renacer a una verdadera luz que es la del Espíritu
Divino del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
“Tenéis que prepararos
en vuestros hogares porque este es tiempo de espera al Pentecostés.
Vosotros recibiréis señales que os dará vuestro Padre: grandes
incendios. Este es el tiempo de los
incendios y de las tormentas para que recordéis que cuando murió el Bien Amado
en la Cruz, en el cementerio salieron de sus tumbas los muertos, la tierra se
abrió, el cielo se conmovió y hubo tornados, truenos, relámpagos, para que
vosotros podáis entender que cada año se repetirá con más furia la
naturaleza que el hombre le ha arrebatado.
“Mis pequeñas criaturas, los seres humanos no tienen recursos para
ocupar hogares y poder vivir en ellos porque la maldad del hombre es más grande
que la fe de creer que un día todos tendréis que dar a Dios respuesta a todo
lo que Él os dio para el regocijo y la glorificación de Su Nombre.
“Es por eso que se acercan guerras en todos partes;
se acercan fuertes tormentas que destruirán grandes cantidades de
hogares. Se convulsionarán los países
y habrá muchos muertos porque el hombre nació del polvo y el polvo tendrá que
volver por su negación a la Verdad.
“Tenéis que doblar rodillas allí en el Santísimo Sacramento que
vosotros no respetáis, porque lo habéis expuesto para acumular grandes
cantidades de riquezas que no sirven
para ayudar ni a las viudas, ni a los huérfanos, ni a los hambrientos.
“Si cada uno de vosotros pensarais en aquellos que
no tienen nada que llevarse a la boca, ni con qué tapar el frío que los
envuelve, entonces, Mis pequeñas criaturas, serían mejores hombres, mejores
seres humanos, y volverían al Camino de ese Pequeño que nació para daros la
Luz y para que vosotros, con todo aquello que Dios os dio para regocijo,
no se convierta en llanto y en crujir de dientes.
“Todo lo que está escrito en las Sagradas
Escrituras se va a cumplir. Todo se
cumplirá porque el hombre está alejado de Dios, se ha alejado de todo lo que
mencione a Dios. Lo bueno es malo,
lo malo es bueno. Hoy vosotros no
sabéis quienes son vuestros enemigos porque los tenéis pegados a vuestros
hogares y no os dais cuenta, cuando abráis vuestros ojos a la realidad, vais a
ver cada uno, que no tendréis tiempo ni siquiera de arrepentiros por las
ofensas que infringís al Padre Celestial, que se cobijó en el Vientre de Maria
para que Ella fuera Tabernáculo de Amor del Espíritu Divino, Cordero que se
daría en sacrificio en un ágape de amor para cada uno de vosotros.
Si os arrepentís a tiempo, os podréis salvar.
“Os anunció, tened cada uno de vosotros alimentos
que no se echen a perder y medicamentos naturales de los que el hombre se ha
olvidado, que no se echen a perder y no hagan daño al cuerpo.
Vosotros debéis conservar agua en vuestros hogares, dinero, que podáis
usar en los momentos difíciles que se acercan para la humanidad.
“Hoy, para terminar Mis pequeños, quiero daros una
nueva misión. Cada uno de vosotros
una vez el día haced el Rosario de las tres Ave Marías.
Propagadlo: un Padre Nuestro, tres Ave Marías (en vez de diez) y un
Gloria al Espíritu Divino y ponedle a Maria cada una de las cosas que tengáis
a vuestros corazones. Si vosotros
los oráis todos los días de vuestras vidas, no seréis abandonados en el
momento crítico de vuestra existencia.
“Os bendice vuestra Madre en el Nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Pero
también vuestro Padre Celestial os quiere advertir que si no cambiáis vuestros
corazones llenos de dureza, ambiciones, maldad, aberraciones sexuales y ofensas
al Nombre de Jesús, no vais a tener tiempo un día de arrepentiros.
“Arrepentíos a tiempo para que cada uno de
vuestros pecados sean perdonados por Dios. Id
a los sacerdotes, no os fijéis que son hombres como vosotros, claro que son
hombres, pero fueron escogidos para que lo que ataran en la tierra fuera atado
también en el cielo. Dios puso a
los sacerdotes, para que vosotros
los hombres humillaras vuestra humanidad y pidierais su intercesión ante Dios.
“Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.”