Julio 13, 2006

Mensaje Especial

 

“Mis pequeñas criaturas, escribe en las Sagradas Escrituras de la Carta de San Pablo a los Filipenses, Capitulo 1, Versículos 1-7 ½:  ‘Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, escribimos esta carta a los que en la ciudad de Filipos pertenecen al pueblo de Dios y están unidos con Cristo Jesús, es decir, a toda la comunidad con sus obispos y diáconos.  Que Dios nuestro Padre y el Seno Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.  Cada vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios; y cuando oro, siempre pido con alegría por todos ustedes; pues juntos hemos participado en la causa del evangelio, desde el primer día hasta hoy.  Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.  Es muy justo que yo piense así de todos ustedes, porque les tengo mucho cariño y porque participan conmigo de las mismas bendiciones,…’  Pasa a Versículos 8-9:  ‘Pues Dios sabe cuánto deseo verlos a todos ustedes, por el tierno amor de Jesucristo.  Pido en oración que lleguen a tener más amor todavía, y mucha sabiduría y entendimiento en todo,’ 

“Continua en Capitulo 2, Versículos 1-11:  ‘Así que, si Cristo los anima, si el amor los consuela, si el Espíritu está con ustedes, si conocen el cariño y la compasión, llénenme de alegría viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo.  Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros. Tengan  ustedes la misma manera de pensar que tuvo Cristo Jesús, el cual:  Aunque era de naturaleza divina, no insistió en ser igual a Dios, sino que hizo a un lado lo que le era propio, y tomando naturaleza de siervo nació como hombre.  Y al presentarse como hombre se humilló a sí mismo, y  por obediencia fue a la muerte, a la vergonzosa muerte en la cruz. Por eso, Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, al nombre de Jesús, doblen la rodilla todos los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo e el Señor, para honra de Dios Padre.’ ”