Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos
Febrero 13, 2006
“Mis pequeños, Mis pequeños, vosotros no sabéis
cuantas dificultades he tenido que luchar con los ángeles de la oscuridad que
hoy han querido entorpecer el día que escogió el Bien Amado para manifestar Su
Gloria en este pequeño lugar.
“Nunca será más fuerte la malignidad que el
Poder Divino del Bien Amado. Nada
impedirá que lo que tiene que pasar en este pequeño lugar suceda.
Pocos acuden al Llamado del Bien Amado, muy pocos.
Pero no escaparán al Mensaje que os traigo a través de Él. El
amor del Bien Amado ha sido tan inmenso para el hombre y tan grande que
por vosotros, y por ese amor que os tiene a cada criatura, dejó que el
hombre lo llenara de oprobios y lo crucificara en la Cruz.
Sabéis vosotros por qué el Bien Amado se dejo sacrificar como un
cordero que va pasivamente donde sabia que seria exterminado, por amor, por el
amor que Él trajo al mundo cuando llegó con la Luz a resplandecer a toda la
humanidad.
“Jesús, el Cordero, no ha dejado de sufrir y
de amor a todos vosotros cada día que se comete un crimen en la humanidad.
Cada vez que se infringe la Ley de lo que está escrito en las Sagradas
Escrituras, lo están crucificando.
“Él os dejó a todos vosotros sembrado en
vuestros corazones el amor y os dejó algo que para Él era más importante, a
vuestra Madre, para que cada uno de vosotros os glorifiquéis en el amor que
Ella os da. Cuando me refiero a
vuestra Madre Amantísima es que por amor renuncia Ella, para que a través del
amor de una madre os traiga a cada uno de vosotros a la Cruz.
“Recordad siempre: no hay Cruz sin Jesús y no
hay Jesús sin Cruz, porque en esa Cruz del crucificado está el inmenso amor
que trajo para el mundo.
“No creáis vosotros que vuestros corazones no
quedan el descubierto cuando venís a este lugar o a cualquier aparición
verdadera que hay en el mundo. Los
corazones de cada ser humano que se encuentra en este lugar quedan como una
puerta abierta para que vuestra Madre pueda ver y leer a cada uno de vosotros.
Pero les recomiendo que abran las Sagradas Escrituras para que vosotros
veáis que Dios no es sólo amor sino que junto con ese amor que os ha dado
también os traerá justicia para todo en que en Él crea y mate la confianza
que el Bien Amado os dejó escrita en San Marcos, Capitulo 4, versículos 1-6:
‘Otra vez comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago.
Como se reunió un a gran multitud, Jesús subió a una barca que había
en el lago, y se sentó, mientras la gente se quedaba en la orilla.
Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas.
En su enseñanza les decía: “Oigan
esto: Un sembrador salió a sembrar.
Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las
aves y se la comieron. Otra parte
cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó
pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y
como no tenía raíz, se secó.”
“Así, la fe de cada ser humano se seca en los
corazones de cada uno de ellos y el Bien Amado lee como un libro abierto lo que
vosotros tenéis allí escondido.
“Pasa a versículos
7-9:
‘ “Otra
parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron,
de modo que la semilla no dio grano. Pero
otra parte cayó en buena tierra, y creció, dando una buena cosecha; algunas
espigas dieron treinta granos por semilla, otras sesenta granos, y otras cien.”
Y añadió Jesús: “Los que
tienen oídos, oigan.”
“El Bien Amado, pequeños Míos, ha sembrado en
cada uno de vosotros, cada uno de los que viene a este lugar, les ha enseñado
el Camino, les ha enseñado el concepto de la fe, en cada uno de vuestros
corazones se lo ha sembrado como una semilla, pero en algunos es en vano porque
se secan antes de florecer y las que da fruto nadie se regocija en ellos.
“Pocos son hoy en día los que acuden a los
lugares donde vuestra Madre Amantísima os trae le Mensaje Divino, el Mensaje de
amor. Volved a la fe, reconciliaos
en el Santísimo Sacramento con el Cordero de Dios que quita el pecado de todos
los hombres. Regocijaos en la
Palabra Verdadera que está escrita, no por hombre sino por mensajeros y
profetas instruidos en esa Verdad.
“Sabed vosotros que las señales de los tiempos
están siendo dadas y todo se está cumpliendo, todo lo que está escrito se
cumplirá. Sabed que las señales
son terremotos asesinos que convertirán la tierra en lodo, en rocas movidas –
señales de los tiempos, no del final del mundo – entended lo que os digo –
sino el final de la generación apóstata, de aquellos que conocen la Luz y
después la niegan, abrazando las enseñanzas engañosas de los que quieren
destruir la Iglesia Verdadera. Terremotos,
volcanes, deslaves de tierra, inundaciones, tornados asesinos, inmigraciones sin
control, falta de alimento, falta de amor a los semejantes, enfermedades
desastrosas, que los hombres no son capaces de curar, abortos indiscriminados,
abusos contra todos las criaturas para hacer sufrir a las familias, desunión en
los matrimonios – todos son penetrados del mundo verdaderamente cristiano por
las aberraciones de la malignidad. No
tengáis miedo a la Verdad porque vosotros tenéis que saberla para que todos
estéis preparados para lo que vendrá, y para que aprendáis a escuchar y a ver
las señales que os envió a través de los nuevos profetas que nadie quiere
escuchar.
“Os advierto, vosotros veis todas las cosas que
están pasando y más verán vuestros ojos y se asombraran porque ninguno se
arrepiente ni ninguno es capaz de aceptar y asumir la responsabilidad del
extermino de la fe en el hombre por el hombre.
“Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.
“Por favor, lean el Mensaje porque la pequeña
criatura [Rosa] no es importante sino el Mensaje.
Enseñad el hombre a lo que vino el Espíritu Divino de Dios a
comunicarles y que nadie puede cambiar lo que esta escrito, porque todo se
cumple. Recuerden lo que dicen las
Sagradas Escrituras para quienes cambian lo que se dice exactamente de boca del
Cordero o de la Madre Amantísima: las plagas caerán sobre ellos y sobre sus
familiares cuando se cambia el contenido de un Mensaje.
Amén.”