Mensaje
Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos
Agosto
13, 2006
“Mis pequeñas criaturas, esas pequeñas criaturas que se encuentran hoy
en el vientre de las madres, esas que todavía no han llegado a este mundo
convulso de criminales, de asesinos, que impiden que esas criaturas lleguen a
nacer, muchos las asesinan en el vientre de las madres que sin conciencia y
naturaleza procrean criaturas que no piden venir a este mundo, para después
abandonarlas si las dejan nacer o abortarlas como si fueran un pedazo de tripa
que está en vuestro vientre cuando abortáis.
“Cuántas madres desean tener hijos y Dios no se los da. Dios
prueba a las criaturas a ver si se convierten a El para concebir, para
ser buenos en ese momento que Dios les da la gracia y después se olvidan de ese
contrato y obligación que adquirieron con vuestra Madre Amantísima.
Vosotros no sabéis que la dueña del vientre de cada mujer es vuestra
Madre Amantísima, Madre de la Eucaristía, Esposa del Espíritu Santo, Compañera
de infortunio en el Camino del Sacrificio de Dios en la tierra a través del
Bien Amado. Hay madres que ni siquiera les dan un beso a los hijos.
“Dios os premió en la
cueva donde nació la Luz. Os dio el
prodigio de procrear para formar las sagradas familias que hoy están dispersan
en todo el mundo. Los niños están
secuestrados, abusados sexualmente, criminalmente abandonados, huérfanos de
guerra; están damnificados en el mundo entero.
El hombre no entiende, no quiere entender, que la natividad es algo
sagrada para la humanidad, por eso Dios no puede bendecir aquellos matrimonios
de un mismo sexo, porque Dios hizo al hombre y a la mujer para procrear; no
pueden haber procreación de hombre con hombre y mujeres con mujeres, eso es
maldito por Dios desde el tiempo de Adán y Eva, que hizo que se juntaran después
del pecado original.
“Dios destruyó al hombre
en los primeros tiempos en Sodoma y Gomorra porque cambiaban entre sí sus
mujeres, sus compañeros, y ahí lo maldijo y le dijo al hombre: os convertiré
al hombre en mujer y a la mujer en
hombre. Es por eso que os digo,
pequeños míos, que aquellos que caen en la maldición divina y nacen
homosexuales, esos no tienen culpa porque cayeron en esa maldición, pero
aquellos que se hacen, se llama degeneración.
Evitad, huid de aquellos hombres que os puedan hacer caer en aquel pecado
de convivir con un mismo sexo, y a las mujeres os digo lo mismo.
“El hombre mismo será el
que se destruya por naturaleza. Cada
día comete errores y no sabe levantarse del fango y pedir perdón a Dios.
“Para vosotros que están en este lugar, ya son pocos los que acuden a
escuchar el Mensaje, todo está dicho en las Sagradas Escrituras.
Todo se convulsionará y vendrá junto, y aquellos que no han caminado en
la Luz ni han respetado la Ley, no sabrán por dónde van a correr para
esconderse de la Justicia.
“Todo
está escrito, nada se oculta a los Ojos de Dios,
ya vendrá el momento en cada uno de vosotros tendréis que dar cuenta a
vuestro Padre Celestial de cada uno de sus pecados, de cada una de vuestras
faltas, y aquel que no se acerque donde están los pastores que os dejé para
que os dé a través del perdón y en la Sagrada Eucaristía, no podrá tener
pretexto para salvarse.
“Todo está dicho, todo
se precipita. El hombre corre en una
carrera desenfrenada a su propia destrucción.
Todo lo que Vuestra Madre ha estado diciendo por mucho tiempo en este
lugar, y en todos los lugares donde hay una aparición, que tenéis que
prepararos para la Justicia que viene para cada uno de vosotros.
“Mirad a vuestro
alrededor en el mundo entero, todo se convulsiona.
El anticristo quiere gobernar a la humanidad.
Antes de que eso suceda, serán muchos los países que caerán bajo la
Justicia Divina por haber negado a Dios en sus vidas, en sus pueblos, en sus
corazones, en sus templos, sin respetarlo. Recordad
que el maligno está suelto y ladra, ladra y entrará en cada uno de vuestros
corazones si no os cubrís con la Armadura del Espíritu Santo y camináis tras
las Huellas de Jesús.
“Jesús es vuestra
salvación, es la salvación del mundo. Jesús
os llamará por vuestros propios nombres y habrá muchos que no escucharán ese
llamado. Se alejan, se alejan
de la Verdad, se alejan del amor, se envuelven en aventuras, en
incredulidades, abrazando dioses falsos, pintándose el cuerpo de animales, de
reptiles, hombres y mujeres que ya no se conocen qué son, si son bestias o son
seres humanos. Todas esas criaturas
llevan en sus cuerpos la marca de la bestia con cada imagen que se hacen en ese
templo divino de Dios y que cada uno debéis respetar.
“No lloréis como cuando
las mujeres están de parto pidiendo: Señor, Señor sálvame.
Jesús os contestará: No os conozco, jamás os escuché una expresión
de amor, ni en vuestros hogares, ni en vuestros templos, ni en la sacristía,
haciendo adoración perpetua al Cuerpo y la Sangre del Bien Amado.
“Vosotros estáis viendo
cómo la naturaleza se está cobrando cada herida que le han hecho, seguirá la
tierra convulsionándose, los mares botando fuera de las orillas las aguas que
se tragarán pueblos enteros. Seguirán
los volcanes despertando del sueño en que están sumidos.
“Hasta que los hombres no
vuelvan los ojos a Dios, veréis como un pequeño país que ha negado a Dios, no
sólo en los templos sino en los hogares, que los corazones de cada joven que ha
nacido en ese pequeño país sufrirá las consecuencias de su abandono a Dios,
porque un pueblo sin Dios es un pueblo sin alma.
“Un corazón sin amor a
Dios es un corazón que no podrá amar a nadie ni a sus propios hijos, porque
primero amaréis a Dios sobre todas las cosas, amaréis a tu prójimo como a ti
mismo, y no le faltaréis jamás el respeto al Espirito Divino que vive en
vosotros cuando sois bautizados. Jesús
murió en la Cruz por vosotros para llevarse todos los pecados, pero os habéis
olvidado, y os habéis dejado abrazar por otros cultos que nada tienen que ver
con lo que está escrito en las Sagradas Escrituras.
Abrid vuestros ojos, despertad al amor que Jesús os brinda, Él os está
llamando en todas partes, honradlo, glorificadlo, bendecidlo, pedidle perdón a
través de la Madre Amantísima, que dijo Si a Dios para concebir en Su Vientre
Virginal al Espirito Divino para que vosotros podáis ser salvos.
“Llevad
en cada uno de vuestros corazones el recuerdo de estas palabras que hoy os digo.
Vienen tiempos de tribulación, de llanto, de rechinar de dientes, vienen
tiempos donde cada unos de vosotros tendréis que ir a refugiaros donde encontréis
un lugar donde adorar al Bien Amado. Vienen
momentos difíciles donde faltará de todo porque vosotros los hombres lo
habéis destruido todo, para construir grandes consorcios, grandes santuarios
donde no está Jesús.
“Jesús está en cada
corazón de cada ser humano. Abridlos
todos; dejadlo entrar para que conduzca las vidas de vosotros y de vuestros
seres queridos que no sabéis cuando salís de vuestros hogares si no los volveréis
a ver.
“El terrorismo es no
saber donde está el enemigo, puede estar a la vuelta de la puerta de vuestros
hogares y hay un terrorismo en el que ustedes todavía no han notado, se llama
terrorismo urbano donde cada uno de vosotros vivís, en donde aquellos que se
revelan contra la sociedad, se drogan y enfrentan enfermedades perniciosas para
contagiar a personas que pasan por vuestro lado, inoculándolas en los correos
que recibís. Tenéis que tener
cuidado y consagraros cada día al Eucarístico Corazón de Jesús y al
Inmaculado Corazón de Maria, a
vosotros y a vuestros hijos.
“Orad, preparaos para que
Jesús no os encuentre dormidos en sus vicios y aberraciones, en su falta de
amor y caridad a todos los hombres.
“Yo sé, leo en vuestros
corazones, muchos decís, qué largo, qué mucho habla Jesús.
Muchos no conocen lo que es una alocución Mariana, Jesuita, pero cuando
veáis las cosas que vienen para el mundo, entonces recordareis este pequeño
lugar y de la insignificante criatura que se vuelve nada para dejar que sólo
vuestro Padre hable a través de la Madre Amantísima, a quien Dios os la ha
prestado para que cada uno de vosotros seáis salvos.
“Yo sé que estáis
cansados de escuchar pero mucho mas vais a oír hasta que dobléis rodillas y
deis gloria a Jesús de Nazaret, ese Nazaret que el hombre quiere
destruir. Pero que cuando ese lugar
sea apocado será la justicia que se derramará en el mundo por la destrucción
de Aquel que vino a traerle la Luz a cada uno de los hombres de este mundo.
Amen.”