Mensaje Especial de Dios, el
Padre Celestial
Abril 7, 2005
“Escribe,
Mi pequeña:
Grandes acontecimientos vendrán para el mundo. No creas que la muerte
del Santo Padre no es una tragedia.
Es una tragedia para los hombres que lo rodeaban a él.
Las grandes purgas que habrá allá adentro están a punto de explotar
en un cisma, no sólo para la Iglesia Católica, que es la Iglesia de
Jesucristo, que antes se llamaba El Camino, sino para todas aquellas
denominaciones que arrastradas por Lucero, han perseguido a la Iglesia de Dios
todo el tiempo y en éste momento querrán sacar provecho de la desunión que
va a surgir dentro de la propia Iglesia que hizo Dios.
“Jamás
el Conclave de Roma se imaginó la grandeza del hombre que fue al encuentro
del Señor después de presidir la residencia de San Pedro.
No sólo habrá guerra en el Vaticano porque ya hay muchos que se están
afilando los dientes y las garras para ocupar el puesto que el Santo Padre dejó.
“Juan
Pablo II fue el mejor heredero de Jesús y de Pedro.
No habrá otro como él, porque él era el Papa bueno de quien que habló
San Malaquías.
El que venga atrás se regirá por el conclave de la Masonería que
domina el
Vaticano.
“No
tengas miedo.
Escribe y que la mano no te tiemble.
El que venga ahora arrastrará una cadena de acontecimientos turbios
para la humanidad.
“Recuerda
que siempre os he dicho que cuando hay señales en el cielo, la tierra se
estremece por las consecuencias de la maldad del hombre.
“Habrá
grandes sublevaciones en América.
Se tambalearan las dictaduras y sus cimientos se derribarán.
“¡Ay
de aquel que trate de impedir la Justicia Divina, porque será arrastrado en
su violencia!
Todo se precipita, y los hombres llorarán como niños desamparados
ante los acontecimientos que se esperan sobre la faz de la tierra.
“Los
crímenes que se cometen en el Nombre de Dios, el dominio de la maldad de
ellos contra los niños, los ancianos, contra los indefensos que no pueden
salvarse del abuso del hombre, los crímenes contra la naturaleza viva, que es
Dios, recibirán castigo como el mismo hombre que cometen, tan horrendos escándalos.
El mundo recibirá el castigo de la Justicia Divina.
De esa no podrán escapar.
Todos esos pueblos se van a estremecer.
“Orad,
Mis pequeños. Orad por los infelices, los despojados, los abusados, y para
que vuestro Padre Celestial o endurezca tanto su corazón, para que no toque a
ninguno de sus escogidos.
“Os
amo. Soy vuestro Padre Celestial, la Divina Misericordia.
Amén.”