Mensaje
Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos
Enero
13, 2005
“Mis
pequeñas criaturas, de muchas personas que vienen a este lugar, unos vienen
buscando la verdad que no encuentran en sus corazones, otros la curiosidad que
los trae para después conversar y descifrar lo que es una aparición de vuestra
Madre Amantísima.
“Vuestra
Madre sabe lo que trae cada uno de vuestros corazones porque antes de hablaros,
os registro vuestras mentes, y sé también que muchos creen y tienen la
esperanza de la salvación.
“Muchos
no tienen la paciencia de esperar, pero vosotros no sabéis cuánta Esperanza y
cuánta Paciencia tiene vuestro Señor para convertiros.
Mi Amado tuvo la Paciencia de cargar la Cruz para todos vosotros para que
un día cuando os arrepintáis, volváis los ojos a Él.
La espera de Mi Bien Amado ha sido grande, Su Paciencia ha sido mucha,
pero todavía hoy muchos que navegan, que nadan en el fango de la ignorancia y
de la incredulidad.
“Hoy,
os vuelvo a llamar para que volváis los ojos a Mi Bien Amado en la Cruz,
abrazad la cruz que Dios ha dado a cada uno de vosotros.
Recordad que el Espíritu Santo prueba a los hombres en el dolor.
Es en el dolor donde Mi Amado se Glorifica y sabe cuán verdadera es la
conversión de cada uno y cuánta es la fe que cada uno de vosotros lleva a las
apariciones de vuestra Madre Amantísima.
“Hoy,
os digo Mis pequeños, que muchas, muchas apariciones habrá este año.
Vuestra Madre Amantísima quiere salvaros.
Os quiere conducir al Camino del Amor y de la Luz.
Os quiero salvar; os llamo en todas partes.
“Vosotros
creéis que todas las cosas que están pasando es obra de la naturaleza, pero Yo
pregunto a cada una de las pequeñas criaturas, ¿Quien es la naturaleza?
Es Dios. Dios manda Sus Señales
a cada uno a través del cielo, nadie se detiene para ver las Señales que os da
Mi Bien Amado en el sol, en la luna, en las estrellas, en el viento, en los relámpagos,
en los truenos, en los temblores de tierra, en las inundaciones.
Dios derrama Su Divina Justicia en el mundo para que el hombre entienda
que cuando hay Señales arriba, abajo en la tierra todo se estremece y todo
puede desaparecer en un segundo.
“Volved
los ojos a Jesús, que cargó la Cruz por todos vuestros pecados.
Glorificad al Bien Amado en el Santísimo Sacramento del Altar.
Allí está Él, esperando por vosotros con Paciencia, con Amor, para
darse Él mismo a cada uno, si cada uno acude con verdadero arrepentimiento y
verdadera humildad.
“Os
he dicho que seis meses antes de acabarse el año pasado, vosotros veríais
revelarse la Justicia. Os he dicho
que seis meses después de este año, veríais grandes cosas que harán que volváis
los ojos hacia Él y dobléis las rodillas ante el Señor de señores.
“Veréis
cómo vuestros países se revolcarán en su propio lodo.
Veréis como mucho de vuestros gobernantes tendrán que renunciar para
que la Luz vuelva a brillar entre vosotros.
Veréis volcanes que estallarán, terremotos, seguirán las inundaciones
tomando todo lo que el hombre le ha arrebatado a la naturaleza.
“Recordad
que debéis de orad y pedid perdón por las injusticias que se cometen en las
pequeñísimas criaturas que son asesinadas en el vientre de sus madres y de las
que abusan sexualmente. Pagará el
hombre por cada injusticia que derramáis en el mundo a través de esos pequeños
aparatos que vosotros tenéis [computadoras y T.V.] que en vez de educar el
mundo, haceros arrepentir y haceros volver a Dios, enseñan programas que os
convierten en animales sin control.*
“Os
dejo, pequeños Míos, para que podáis dar el Mensaje en el otro idioma. Honrad
a la Iglesia y a los sacerdotes que verdaderamente caminan en la Luz y conducen
el rebaño al Verdadero Camino.
“Mi
pequeña criatura conoció a uno de los pastores más queridos de Mi Bien Amado.
[Nuestra Señora se refiere a un sacerdote que Rosa conoció esta semana.]
Él os ha dado un mensaje a través de las Sagradas Escrituras.
No quiero que pase este momento sin que vosotros en vuestros hogares
registréis en Eclesiástico 3 y leáis el mensaje que Mi querido pastor os dio.
“También
di un Mensaje a Mi pequeña por medio de las Sagradas Escrituras para que
vosotros escribáis en los Mensajes especiales que os doy.
Buscad y escribid en Eclesiástico:
2: ‘Hijo
mío, si tratas de servir al Señor, prepárate para la prueba.
Fortalece tu voluntad y sé valiente, para no acobardarte cuando llegue
la calamidad. Aférrate al Señor,
yo no te apartes de él; así, al final tendrás prosperidad.
Acepta todo lo que te venga, y sé paciente si la vida te trae
sufrimientos. Porque el valor del
oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento.
Confía en Dios, y él te ayudará; procede rectamente y espera en él.
Ustedes, los que honran al Señor, confíen en su misericordia; no se
desvíen del camino recto, para no caer. Los
que honran al Señor, confíen en él, y no quedarán sin recompensa.
Los que honran al Señor, esperen la prosperidad, la felicidad eterna y
el amor de Dios. Fíjense en lo que
sucedió en otros tiempos: nadie que confiara en el Señor se vio decepcionado;
nadie que lo honrara fielmente se vio abandonado; a todos los que lo invocaron,
él los escuchó. Porque el Señor
es tierno y compasivo, perdona los pecados y salva en tiempo de aflicción.
Pero, ¡ay de los corazones cobardes y las manos perezosas!
¡Ay de los pecadores que llevan una vida doble!
¡Ay de los corazones débiles, que no tienen confianza!
¡Dios no los protegerá! ¡Ay
de los que no saben soportar con paciencia!
¿Qué harán cuando el Señor los ponga a prueba?
Los que honran al Señor obedecen lo que él ordena; aquellos que le aman
hacen lo que él quiere. Los que
honran al Señor tratan de hacer lo que a él le agrada; aquellos que le aman
hacen lo que él quiere.
Los que honran al Señor tratan de hacer lo que a él le agrada; aquellos
que le aman cumplen con gusto su ley. Los
que honran al Señor están siempre dispuestos a humillarse delante de él.
Pongámonos en las manos del Señor, y no en las manos de los hombres;
porque el amor de Dios es igual a su grandeza.’
Este
es el Mensaje de vuestra Madre Amantísima para todas Sus pequeñas criaturas.
“Orad
por el siervo del Señor [el sacerdote que vio a Rosa], por el Papa y por la
Iglesia.
“Mi
Bien Amado os bendecirá a través de vuestra Madre Amantísima en el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
*[Nuestra
Señora nos estaba previniendo de lo que estaba sucediendo hoy en este lugar de
aparición. Cuando unos
representantes del canal Showtime
de televisión por cable estaban grabando los eventos del día supuestamente
para ‘un documental sobre iconos y milagros.’
Sin embargo, ellos no aclararon que el programa que ellos representaban
se llama ‘Penn & Teller: Bullshit!’
(‘Penn y Teller: Hablan M**rda!’).
Cuándo nos dimos cuenta de la naturaleza del programa que ellos
representaban, inmediatamente prescindimos de dar permiso a que se use el
material que fue grabado y obtenido hoy en este lugar de aparición.]