Mensaje
Mensual de Nuestra Madre Amantísima Para Todos Sus Hijos
Enero
13, 2004
“La
Virgen os dice que quiere compartir con todos Sus hijos el misterio de lo
que son los Misterios Gozosos del Rosario.
Este es el verdadero Misterio de la Luz.
Este es el Misterio de la Virgen de Guadalupe o sea el primero: ‘La
Anunciación’. En este
Misterio tenéis que acordaros de la época en que vuestra Madre Amantísima
caminó con vosotros en el mundo y que se le apareció el ángel para
anunciarle Su Gestación, podéis imaginaros cómo sería para Ella en
aquellos momentos, estando destinada para casarse con San José, recibir la
noticia de un ángel de que estaba encinta y que daría a luz al Hijo de
Dios, que Su Vientre serviría de tabernáculo para guardar al Espíritu
Divino que sería cuando Él caminaría entre vosotros y moriría en la
Cruz.
“María sabia todo. María
fue escogida para estos momentos de la Anunciación y viviría los tormentos
de no saber por qué había sido elegida y se preguntaría, como todos los
visionarios se preguntan: ‘¿Por
qué yo, por qué yo, por qué a mí?’
“María se preguntaba, igual que se preguntaba Moisés en los
primeros tiempos, igual que se preguntaba Job, Abraham y todos los grandes
profetas.
“Preguntaos vosotros cuántos profetas mandó Dios a la
tierra para convencer al hombre de Su existencia, y cuántos profetas pasarían
antes de que llegara María, y qué delicioso cuando vuestra Madre Amantísima
dijo ‘Sí.’ ¿Qué hubiera
pasado si María, en vez de aceptar, hubiera dicho ‘No?’ ¿Podéis
imaginaros qué hubiera pasado? Dios
no hubiera podido manifestar Su Gloria entre los hombres.
“Después
que María fue escogida para dar la luz a la Pequeña Luz del mundo fue a
visitar a Santa Isabel y en ese instante María se convirtió en la primera
misionera de la Palabra de Dios. Fijaos
que importancia el visitar a Santa Isabel para cuidarla durante los meses
que le faltaban para dar a luz a San Juan el Bautista; cuánta alegría de
Santa Isabel que, al verla llegar a su humilde hogar, no salía de su
asombro, porque sabía de su humildad para que la Madre de Dios viniera a
visitarla. En ese instante
exclamó: ‘Bendita Tú entre
todas las mujeres, bendito el fruto de Tu vientre.’
En ese momento Juan Bautista saltó en Su Vientre lleno del Espíritu
Santo ante la exclamación de Santa Isabel.
María saltaba de gozo y comenzó a cantar el Ángelus, porque desde
aquel instante todos los hombres la llamarían bienaventurada.
“Imaginaos
que en aquel momento María era como cuando Ella se le apareció al
indiecito Juan Diego, embarazada, porque la Virgen de Guadalupe estaba
embarazada cuando se le presentó. Es
exactamente lo mismo que cuando María se le presentó allí en vivo a Santa
Isabel.
“Este
Misterio de la Anunciación es el misterio de la caridad, de la caridad que
todos debéis compartir y que son los misterios de la caridad, la fe y la
esperanza entre todos los hombres. Pero
ninguno de vosotros cumplís lo que María cumplió en la tierra en estos
misterios de la Anunciación.
“Los
que acuden a los lugares de apariciones acuden con temor, con temor a la
Iglesia, con temor a que el sacerdote se entere que asistió a un lugar de
aparición. En aquel tiempo
ellos eran perseguidos y si hubieran sentido miedo, hoy la Iglesia no
existiría y todavía estuviéramos viviendo como los cavernícolas dentro
de cuevas, predicando a escondidas la Palabra de Dios.
“Qué
maravilla cuando el Nacimiento de Jesús, cuando Sus Ojos se abrieron a la
luz y el mundo se iluminó. Este
tercer Misterio es cuando vosotros debéis orar por todas las familias del
mundo, por todos los hogares, para que no hayan tantas separaciones, tantos
matrimonios divididos.
“En
el mes en que vosotros celebráis el acontecimiento de la Venida de la Luz,
para el hombre que vivía en tinieblas porque no conocía a Dios, debéis de
cantar aleluya, gloria a Dios, y celebrarlo con verdadera humildad con
vuestros seres más queridos, vuestros esposos, esposas y niños, porque ese
es el mes del niño.
“La
Natividad del Señor es para amar al Niño Jesús, para abrazarlo en el
pesebre y no para ir a los centros comerciales como estáis acostumbrados a
hacer.
“Qué
pena, dice Maria, que todos vosotros habéis confundido el verdadero
misterio del Nacimiento del Divino Niño; qué pena, que los niños busquen
hoy líderes en las calles porque no tienen líderes en sus casas.
Porque sus padres están muy ocupados para prestarles atención.
Qué pena, dice María, que Ella tenga que ser enviada a la tierra
para alertar a los hombres que tienen que cambiar su forma de pensar, su
forma de actuar en la vida, y que la mujer aproveche el papel que Dios le
dio como madre para que sus hijos no se sientan abandonados por aquellas que
le dieron la vida. Qué pena
que aquellos que cunden se enamoran de otra pareja, la mujer o el hombre,
son capaces hasta de acecinar sus hijos en el vientre o cuando están
naciendo. Que pena que el Padre
Celestial tenga que dejar caer Su Mano poderosa, porque el hombre no vuelve
a Él por amor sino cuando ocurren grandes catástrofes en la tierra;
entonces es cuando se acuerdan de Jesús y de Maria para que intercedan por
ellos.
“Recordad
la Presentación del Niño Jesús en el Templo.
Ese es el momento de orar por la Iglesia constituida primero por Dios
y después dejándole el poder a Su Hijo Amado para que, sacrificado por el
hombre que vino a salvar, muriera en la Cruz para que entendieran Su gran
amor por él, que se dio Él mismo como hijo, para que la humanidad
entendiera el camino del verdadero Rosario de la Luz.
“Orad,
pequeños Míos, por esa Iglesia que Jesús os dejó y que se está
tambaleando y se seguirá tambaleando porque hay muchos hombres que entraron
a ella para destruirla.
“Orad
por los verdaderos sacerdotes que sacrifican toda su vida para llevaros la
Palabra de Dios, a vosotros hombres desobedientes y aberrados que no
entienden la verdad. Orad por
aquellos sacerdotes que están obligados a decir la misa diferente de como
está escrita, porque han abandonado los verdaderos misterios del decálogo
que dio primero Dios y después Su Hijo Amado en el Nuevo Testamento.
“Qué
pena, dice Maria, que hoy vayan a la Iglesia que Mi Amado os dejó, las
mujeres semi-desnudas, ofendiendo el altar donde está el Santísimo
Sacramento, y muchos tomando el Cuerpo y la Sangre de Jesús en las manos
que vienen del mundo sucias y sin siquiera hacer la genuflexión para
honrarlo a Él.
“¿Alguna
vez os preguntáis cómo se sentirá Jesús cuando ve a sus pequeñas
criaturas, por las que Él murió, ofenderlo en la casa del Señor cantando,
saltando, sin darse cuenta que la Iglesia verdadera está oprimida,
perseguida, callada, dicha solamente por algunos nada más, que se atreven a
desafiar a aquellos que entraron a la Iglesia para destruir sus cimientos?
“El
Misterio de la Presentación del Niño Jesús en el Templo es el misterio de
la Virgen de la Candelaria que presentó la Luz al mundo, preparándose ya
para que Jesús muriera en la Cruz y se convirtiera en Espíritu al
resucitar al tercer día.
“Así,
cuando los niños son presentados en la Iglesia y reciben el bautizo,
reciben al Espíritu Santo en cada uno de sus corazones porque ese es el
significado del bautismo, y por el nombre que los sacerdotes preguntan a los
padres para ponerle a las criaturas y que el hombre no obedece y no les
ponen nombres santos, como dicen las Sagradas Escrituras, sino nombres
combinados que nada tienen que ver con la santidad.
Y es por ese nombre que les ponen los padres por el cual serán
llamados. Dios los va a llamar
por ese nombre, no los va a llamar ‘hermanos.’
Entended que hermanos sois todos vosotros en la fe.
“Cuando
la Iglesia protestante entró en la Iglesia Católica, Apostólica, destruyó
los cimientos de la verdadera Misa, de la Misa Tridentina, de la Misa en Latín,
donde está el verdadero mensaje sin quitarle ni ponerle, donde se rinde
verdadero honor el Rey de reyes.
“Hoy
todo ha cambiado, hasta el catecismo. Todo
se ha colocado en la nueva era para destruir al verdadero sacerdote.
No hay vocaciones sacerdotales, los pobres sacerdotes ancianos ocupan
los lugares que han dejado aquellos que deberían tomar la rienda de la
Iglesia, los sacerdotes jóvenes. Pero
hoy los hombres no quieren ser sacerdotes ya que hay una tiranía oculta
manejando la Iglesia, haciendo que está muera
“Orad
por la Iglesia, porque hayan vocaciones sacerdotales.
Orad por los sacerdotes malos para que se conviertan en buenos, y por
los buenos para que sigan siendo buenos.
Orad por el Santo Padre, este año es decisivo para su salud; son las
oraciones las que lo mantienen vivo. Recordadlo.
“Y
orad en el Misterio de la Perdida y Hallazgo del Niño Jesús, porque en
estos días hay muchos perdidos en el mundo, muchos niños abortados en el
vientre, asesinados allí donde mejor deberían estar.
¿Sabéis por qué matan a los niños en el vientre? Porque muchos médicos
se prestan en diferentes partes del mundo para quitarles sus órganos, como
las médulas, para venderlos a otras personas.
“Orad,
orad, pequeños Míos, porque despierte la fe en los hombres para que oren
por las personas que están enfermas, y que la fe prevalezca y crean que
Dios si puede hacer milagros.
“Os
amo y os bendigo. He hablado
bastante a través de Mi pequeña [Rosa].
Muchos estáis aburridos de escuchar su voz, cansados, pero cuando leáis
este mensaje ojalá que cada palabra de vuestra Madre Amantísima, a través
de esta pequeña sierva, toque cada uno de vuestros corazones para que digáis:
‘Señor, hazme cada día un instrumento de Tu paz y de Tu amor.’
Amén.”